Las detenciones por desórdenes en el fútbol en Inglaterra y Gales alcanzaron su máximo histórico durante la temporada 2022-2023.

En total, hubo 2.264 arrestos relacionados con el fútbol, según el ministerio del Interior, lo que supone batir el récord de la temporada 2013-2014, cuando hubo 2.198 detenciones.

Esta es la primera vez en la historia que esta estadística incluye los arrestos producidos en el fútbol femenino.

El informe también incluye por primera vez las detenciones relacionadas con posesión de drogas de clase A, como cocaína y heroína, así como las producidas en los partidos disputados por equipos ingleses o galeses fuera del Reino Unido.

La posesión de drogas de clase A añadió 200 detenciones, mientras que se detuvieron a 101 personas en la Copa del Mundo de Catar 2022. En pasada la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda no hubo ninguna detención.

Además, a estas cifras hay que sumar las 680 prohibiciones de entrar a los campos que se extendieron la temporada pasada, lo que supone un 32 % más que la temporada anterior y el número más alto desde la campaña 2010-2011, cuando hubo 960.

El club con más detenciones fue el West Ham United, por segundo año consecutivo, con 89, mientras que el Manchester United fue el que más prohibiciones impuso, con 69, seguido por el Milwall, con 66.

Algunos de los incidentes que ocurrieron la temporada pasada incluyen a un aficionado del Tottenham que recibió un veto de cuatro años sin entrar a campos de fútbol por darle una patada a Aaron Ramsdale, portero del Arsenal, y un fan del Leeds United que atacó a Eddie Howe, entrenador del Newcastle United, y fue encarcelado durante tres meses y recibió un veto de seis años.

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