En un año exactamente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estará dejando el poder a la persona que resulte ganadora en los comicios del 2 de junio de 2024 y nunca más portará oficialmente la banda presidencial.
Esta será la primera vez en la historia en que un presidente de México asuma el cargo en esa fecha, es decir, dos meses antes al 1 de diciembre, derivado de la reforma constitucional del 2014 que se aprobó para que el nuevo titular del Poder Ejecutivo tenga mayor control de su primera Ley de Ingresos y proyecto de Presupuesto de Egresos.
Los defensores de AMLO insisten y divulgan que él es un presidente demócrata, haciendo creer que el espectáculo (circense) de la entrega del ‘bastón de mando’ es una muestra de cómo un presidente en funciones se ‘desprende’ del poder, sin embargo, López Obrador tiene despidiéndose más de un año de la presidencia reviviendo el dicho popular: “el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse”.
López Obrador asegura que al concluir su administración se retirará de la vida política y se irá a “La Chingada”, el rancho que tiene en Palenque, Chiapas, que clausurará sus redes sociales y que no participará en alguna actividad pública.
Se convertirá, de nueva cuenta, en escritor y afirma que explicará todo sobre el conservadurismo. No va a realizar gestiones, no recibirá invitados y, cuando los hijos lo visiten, los temas políticos estarán vedados.
A decir de López Obrador, vivirá de las regalías de sus libros, de las pensiones como trabajador y la de la Secretaría del Bienestar.
Ofrece que trabajará 16 horas diarias, pero antes deberá cumplir las promesas pendientes y demostrar, con hechos, muchas de las acusaciones temerarias que ha lanzado desde el púlpito presidencial y que no intervendrá en los comicios del 2024, porque de la inseguridad, la corrupción familiar y gubernamental, así como y el desabasto de medicamentos, entre otros graves problemas más, lo aniquilan.
AMLO corre el riesgo de pasar a la historia como uno de los presidentes de México que más ha abusado de la mentira.
A López Obrador le quedan, más o menos, 260 mañaneras y unas 100 giras por las entidades federativas si cumple con el tiempo que se ha impuesto de trabajo como Jefe del Estado Méxicano.
AMLO ha iniciado la imperdonable cuenta regresiva de su mandato y, veremos si es consciente de que la juventud y el poder con el tiempo se acaban.