Donald Trump y su empresa familiar enfrentarán un juicio en Nueva York en un caso de fraude civil que podría tener un impacto significativo en su imperio inmobiliario, por lo que este caso representa un importante desarrollo legal en relación con el expresidente de Estados Unidos y su entramado empresarial.
Trump, favorito para la nominación presidencial republicana en 2024, está acusado por la fiscal general demócrata de Nueva York, Letitia James, de inflar el valor de sus activos en miles de millones de dólares para asegurarse mejores condiciones en préstamos y seguros.
Trump tiene previsto asistir a la primera semana de juicio en un tribunal estatal en Manhattan, según un documento judicial en un caso no relacionado.
“Voy a la Corte mañana para luchar por mi nombre y reputación contra una fiscal general corrupta y racista, Letitia James, que hizo campaña para ‘atrapar a Trump’, y un juez que odia a Trump y que es injusto, desquiciado y perverso en su PERSECUCIÓN contra mí”, dijo Trump en su red social Truth Social.
El juicio se celebra una semana después de que el juez que preside el caso declarara a Trump responsable de fraude y versará en gran medida sobre las penas a las que deberá enfrentarse.
James pide al menos 250 millones de dólares en multas, una prohibición permanente contra Trump y sus hijos Donald Jr y Eric de dirigir negocios en Nueva York y una restricción de cinco años a las actividades comerciales inmobiliarias de Trump y su buque insignia Trump Organization.
El juez Arthur Engoron dictaminó la semana pasada que James había probado su caso de fraude contra Trump, sus dos hijos adultos y 10 de sus empresas.
Engoron describió en términos mordaces cómo se inventaron las valoraciones. Entre otras cosas, Trump calculó el valor de su apartamento en la Torre Trump como si fuera tres veces mayor que su tamaño real.
“Una discrepancia de este orden de magnitud, por parte de un promotor inmobiliario que dimensiona su propio espacio vital de décadas, solo puede considerarse fraude”, dijo.
En Truth Social, Trump calificó de fraudulentas las valoraciones del juez.
La sentencia sólo afecta a un puñado de las cerca de 500 entidades de la cartera de Trump, pero incluye algunas de sus propiedades más valiosas. Aún no se ha decidido cómo se ejecutará esa orden, pero la pérdida de los activos supondría un duro contratiempo para las finanzas de Trump. Si Engoron añade multas y restricciones comerciales, el daño se agravaría.
Está previsto que el juicio se prolongue hasta principios de diciembre. Más de 150 personas, incluido Trump, figuran como posibles testigos, pero gran parte del juicio será probablemente una batalla de expertos opinando sobre documentos financieros.