La Comisión de Investigación de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados, presidida por Navy Pillay, señaló que ha comenzado a recolectar evidencias sobre crímenes de guerra cometidos por Hamás, otros grupos palestinos armados y las fuerzas de seguridad israelíes desde el 7 de octubre.

“Las atrocidades de las que hemos sido testigos desde ese día añaden una urgencia sin precedentes a nuestras conclusiones y recomendaciones”, aseguró en un comunicado Pillay, quien fue alta comisionada de la ONU para los derechos humanos entre 2008 y 2014.

La abogada sudafricana agregó ante los recientes acontecimientos que “los civiles y las instalaciones civiles deben siempre ser protegidos, nunca son un objetivo legítimo, y todas las partes deben cumplir la obligación de protegerlos con arreglo a la ley humanitaria internacional“.

Los ataques de Hamás contra civiles israelíes, los bombardeos, así como la persecución de Israel contra Gaza han suscitado acusaciones entre expertos jurídicos internacionales de que ambas partes están violando el derecho internacional.

“Atacar intencionadamente a civiles y objetivos civiles sin una razón militar necesaria para ello es un crimen de guerra, punto”, afirmó David Crane, experto estadounidense en derecho internacional y fiscal fundador del Tribunal Especial de las Naciones Unidas para Sierra Leona. “Y ese es un estándar que ambas partes deben respetar bajo las leyes internacionales”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una reunión con líderes judíos el miércoles pasado, dijo que le había dicho al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “que es realmente importante que Israel, con toda la ira y la frustración y simplemente —no sé cómo explicarlo— que existe, actúe según las reglas de la guerra, las reglas de la guerra. Y hay reglas de guerra”.

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