Pemex recibió de la Cámara Baja un nuevo intento de salvavidas que pretende apoyar las finanzas de la petrolera estatal, al tiempo de contribuir menos a las arcas nacionales y costar más a los contribuyentes.
La Cámara de Diputados aprobó este viernes una baja del 40% al 30% en el llamado Derecho de Utilidad Compartida (DUC), el pago que Pemex realiza al erario por la explotación de hidrocarburos.
La disposición, que deberá ratificar el Senado, implica una menor carga fiscal para Pemex con el objetivo de darle liquidez para el pago de su abultada deuda, que supera los 110 mil millones de dólares.
A lo largo de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, Pemex contribuye menos en el pago de impuestos debido a que el DUC disminuye año con año, desde el 65% en 2019, al 30% para 2024.
Así, con esta baja, Pemex ha dejado de aportar al erario unos 415 mil 600 millones de pesos desde 2019 a la fecha, de acuerdo con datos de la petrolera.
Pemex debe pagar el próximo año una deuda por 11 mil 200 millones de dólares, de acuerdo con una presentación de la empresa a inversionistas publicada en septiembre pasado.
Mayor costo al erario
En contraparte, los legisladores han autorizado desde 2019 un mayor monto de recursos fiscales para capitalizar a Pemex, la petrolera más endeudada del mundo.
Desde hace cuatro años, Pemex ha sido capitalizada por el gobierno con más de 748 mil millones de pesos de los contribuyentes, según cifras de la Secretaría de Hacienda. Ese monto es casi ocho veces el presupuesto anual de Salud.
Tan sólo para el próximo año, la propuesta del gobierno mexicano en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, por discutirse por los legisladores en los próximos días, es capitalizar a Pemex con otros 145 mil millones de pesos.
Las inyecciones de capital no han sido suficientes para mejorar las finanzas de Pemex, ni incrementar la producción de crudo a los niveles ofrecidos, situación que se ha agravado con los siete accidentes en instalaciones petroleras en lo que va del año.
Esta situación propició en julio pasado una baja de un escalón en la calificación crediticia de Pemex por parte de la agencia Fitch Ratings a B+ desde BB-, a dos escalones del grado especulativo con alto riesgo de no pagar.