El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aseveró este lunes que el actual conflicto entre Israel y Hamás representa un “fracaso moral y político” de la diplomacia internacional que no se esforzó lo suficiente para dirimir las discordias entre el país hebreo y Palestina.
“La tragedia que se está desarrollando en Oriente Medio es el resultado de un fracaso político y moral colectivo. Los pueblos israelí y palestino están pagando un alto precio por ello y este precio seguirá aumentando”, dijo Borrell en su intervención en el marco de la conferencia de embajadores de la UE en Bruselas.
“Este fracaso moral y político se debe a una verdadera falta de voluntad para resolver el problema. Sí, nos comprometimos formalmente con la solución de los dos Estados, pero sin tener ninguna hoja de ruta creíble para conseguirlo”, agregó.
En este contexto, el jefe de la diplomacia europea aludió a los Acuerdos de Oslo de 1993 con los que Israel y Palestina intentaron sin éxito resolver de forma permanente su conflicto y determinar cómo compartirían las tierras. “No los hemos implementado en absoluto. Este es el problema”, constató Borrell.
A este respecto, afirmó que lo acordado hace 30 años no se cumplió debido al crecimiento de las “fuerzas de negación”. Particularmente, mencionó “la marginalización” de las fuerzas moderadas en Palestina, así como la colonización “impune” por parte de Israel de la Cisjordania ocupada hasta tal punto que en la actualidad hay 700.000 asentamientos en ese territorio.
Entre la “rabia” y el derecho a autodefensa
Por otra parte, el alto funcionario comunitario reiteró que Israel tiene derecho a defenderse, pero que también tiene que cumplir con lo estipulado por el derecho humanitario internacional y “no dejarse cegar por la rabia”. “Creo que este es el mensaje que los mejores amigos de Israel deben enviarle”, afirmó, al subrayar que las “reacciones exageradas siempre son comprensibles, pero nunca eficaces”.
Según Borrell, la UE debe seguir con su enfoque “balanceado” y buscar una solución “duradera”, al igual que debe “evitar importar a Europa este conflicto a toda costa”. El alto representante indicó que solo en Francia se registraron más de 1.000 actos antisemitas desde el pasado 7 de octubre. “Tenemos que luchar contra ello. Los sentimientos antisemitas y antimusulmanes son totalmente inaceptables”, acentuó.
Además, el diplomático volvió a instar a una pausa humanitaria en el enclave palestino, aunque hizo hincapié en la necesidad de buscar una solución “definitiva” del conflicto que actualmente está “claramente fuera de alcance”.