Guillermo Nieto
En un mundo en constante evolución, la investigación sobre el cannabis ha dado un salto importante en las últimas décadas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha estado en la vanguardia de esta revolución, evaluando más de medio siglo de investigaciones sobre medicamentos basados en cannabis. Los recientes documentos publicados por la FDA nos brindan una visión intrigante de lo que el futuro podría deparar en términos de desarrollo de medicamentos relacionados con el cannabis.
Desde que el gobierno federal de los Estados Unidos clasificó el cannabis como una sustancia controlada de la Lista I en 1970, la FDA ha estado recibiendo solicitudes de investigadores interesados en desarrollar medicamentos terapéuticos a partir de esta planta. El panorama ha evolucionado de manera significativa, impulsado por cambios en la opinión pública, en la legislación y en los factores de forma de los productos relacionados con el cannabis. La FDA ha respondido a estos cambios adaptando sus directrices y regulaciones.
Uno de los aspectos más notables es la ampliación de los métodos de consumo de cannabis que se están estudiando. Anteriormente, gran parte de la investigación se centraba en formas fumables de cannabis, pero ahora vemos un aumento en la investigación de productos alimenticios orales, vaporizadores e infusiones, como productos horneados y dulces. Esta evolución refleja los cambios en las preferencias de los consumidores, que han pasado de fumar exclusivamente flores de cannabis secas a explorar otras formas de consumo, como los comestibles.
La FDA ha evaluado más de 800 solicitudes de nuevos medicamentos en investigación relacionadas con cannabis y productos derivados del cannabis (CCDP) en los últimos 50 años. En la última década, el número de solicitudes relacionadas con el cannabis ha aumentado, impulsado por la legalización en múltiples estados para uso médico y recreativo. Esto indica un creciente interés en el potencial terapéutico de esta planta.
Los medicamentos basados en cannabis suelen centrarse en cuatro áreas clínicas principales: adicciones y analgésicos, neurología, inmunología e inflamación y psiquiatría. Estas áreas reflejan la diversidad de aplicaciones médicas que se están investigando y explorando.
Además de los medicamentos, la FDA también ha abierto la puerta a investigaciones sobre componentes menos conocidos del cannabis, como los terpenos. Estos compuestos aromáticos, que se encuentran en muchas plantas, pueden desempeñar un papel crucial en los efectos y beneficios del cannabis. Su estudio promete arrojar luz sobre las propiedades únicas de esta planta.
Sin embargo, la investigación en el campo del cannabis no está exenta de desafíos. El estatus de la cannabis como una sustancia controlada de la Lista I tiene complicada la investigación debido a registros adicionales y requisitos administrativos. Esto ha llevado a una lenta progresión en el entendimiento de sus aplicaciones médicas.
A pesar de estos desafíos, la FDA está comprometida a apoyar investigaciones científicas sólidas en busca de nuevos medicamentos basados en el cannabis. Además, los cambios regulatorios, como la eliminación de un monopolio en la producción de cannabis con fines de investigación y la implementación de reglas para facilitar el acceso al cannabis con fines de investigación, son señales positivas de avance en este campo.
Finalmente, estamos viviendo un impresionante período en la investigación de medicamentos relacionados con el cannabis. La diversificación de los factores de forma y la exploración de componentes menos conocidos nos muestran un panorama prometedor. A medida que avanzamos hacia el futuro, debemos seguir apoyando investigaciones científicas rigurosas y abordar los desafíos que puedan surgir en el camino. El cannabis y sus derivados pueden ofrecer soluciones terapéuticas innovadoras que mejorarán la calidad de vida de muchas personas, y no podemos permitir que obstáculos innecesarios frenen su desarrollo.
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