La cantautora y música mexicana Julieta Venegas, que vive en Buenos Aires, ofreció un concierto el pasado miércoles en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, lo que implicó reunirse con su ferviente público capitalino y que le hizo reflexionar acerca de su identidad.
Mi mexicanidad se resalta más cuando estoy fuera de México. No va cambiando mi identidad”, dijo en una entrevista con EFE la artista nacida en la ciudad de Tijuana, quien también destacó que el ser fronteriza también es parte de su forma de ser.
“Ser de una frontera te hace como medio anfibio, como que estás viviendo en un país pero tienes un pie en el otro, y además México y Estados Unidos son tan diferentes”, contó.
Actualmente Venegas vive junto a su hija en Buenos Aires, Argentina, donde encontró un lugar que equilibra la tranquilidad y el ajetreo de una capital mundial. Un lugar que disfruta pero cuyo único defecto, bromea, “es que está lejos de México”.
Así, cantó en su país natal las canciones de su disco más reciente (‘Tu historia’, 2022) y las intercaló con las más escuchadas de su carrera como ‘Limón y sal’ o ‘Me voy’.
“Me gusta traer lo que ya hice, juntarlo con lo nuevo, este show era para mi una presentación de este disco y todas las canciones de antes las rearreglamos como para que sean más cercanas sónicamente al show que presentamos ahora”, detalló la cantante, que inició su éxito con la banda de rock Tijuana No! en la década de 1990.
Camino independiente
A lo largo de su carrera Julieta siempre -y cada vez más- ha tratado de seguir un camino independiente, un camino que no solo se base en las canciones que han sido más conocidas.
“Busco construir desde ahí desde el escenario conexión con la gente, con canciones nuevas y viejas”, sentenció.
Venegas contó a EFE que cada vez disfruta más sus conciertos ya que, aunque siempre se ha sentido especialmente componiendo, los ‘shows’ le sirven para saber qué presentar y qué camino seguir. “El show es parte de lo que me ayuda a pensar qué quiero hacer una próxima vez”, dijo.
Siempre he buscado el escenario para presentar lo que hago. Las nuevas generaciones ahora pueden hacerlo en casa pero en mis tiempos estaba bueno que tenías que presentarte en un escenario aunque tuvieras un piano y tu voz”, añadió.
Además, aseguró que lo que le cansa de las giras son los desplazamientos, pero no los conciertos donde, contó, hay para ella una gran inyección de energía.
Tanto del público hacia ella como de ella hacia el público se da un intercambio y ella se siente “un canal” para que la gente se conecte con sus propias emociones. “Me encanta ser disparadora de eso”, confesó.
Y justo esa energía que ve en los conciertos, especialmente después de la pandemia de la covid-19, y en un mundo donde, dijo, hace mucha falta.
“Más que nunca necesitamos una conexión, estamos necesitando más que nunca del arte, de vernos. Yo siento que hay una cosa positiva, está en lo humano, en el encuentro. La verdad no sé si creo tanto que la virtualidad no nos va a acercar, lo que nos va a acercar es mirarnos”, sentenció.
Por eso, dijo, todas las disciplinas artísticas son “imprescindibles” en un mundo donde la política se complejiza y no hay ningún país que se libre, consideró.