Durante más de 130 años, México ha producido cerveza con insumos y manos locales. Su sabor y calidad son reconocidos a nivel internacional debido a sus altos estándares de producción y se ha consolidado como una bebida nacional, derivado de sus años de historia y tradición. Hoy, nuestro país ocupa el cuarto lugar en producción de cerveza a nivel mundial y la agroindustria cervecera es indudablemente un motor para la economía nacional. 

Históricamente, la producción de cerveza ha vinculado a distintos sectores industriales. Desde sus inicios, la incorporación del vidrio en la industria cervecera ha asociado la bebida con su icónico empaque; mientras que la industria del aluminio ha contribuido significativamente a la producción de envases metálicos para conservar la cerveza en óptimas condiciones. Esta interrelación ha generado empleos para miles de familias y propiciado una derrama económica directa que representa el 1.6% del PIB nacional, traducido en 450 mil millones de pesos. 

La cerveza se elabora principalmente con cuatro ingredientes naturales: malta de cebada, lúpulo, agua y levadura. Cada uno de estos conserva sus atributos después del proceso de fermentación, por esta razón es que se le atribuye la característica de bebida natural, propia de la cerveza, que además mantiene presentes ciertos nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes. Aunque entra en el rango de bebidas alcohólicas, la cerveza se diferencia también por contener la más baja graduación de alcohol, alrededor del 4.5% ABV (Alcohol By Volume); e incluso ofrece versiones de cerveza sin alcohol, ampliando alternativas para el consumidor. 

Además del impacto económico que aporta, la cerveza mexicana se distingue por su calidad y autenticidad. Con más de 100 estilos que llegan a 180 países, ha sido reconocida internacionalmente por su sabor único, ofreciendo también diversas opciones artesanales muy valoradas en los mercados nacional y extranjero.

La cerveza y la gastronomía mexicana están intrínsecamente ligadas, creando una sinfonía de sabores que deleitan los sentidos, lo que la convierte en la compañía ideal para muchos de nuestros platos típicos. La versatilidad de la cerveza permite maridarla con una amplia variedad de platillos, desde un exótico mole hasta la frescura de unos ceviches, o la dulzura inigualable de un buen chocolate, enriqueciendo así las delicias culinarias de nuestro país. 

El hecho de que su consumo sea pausado y acompañado regularmente con alimentos, hace que la cerveza se distinga por disfrutarse con moderación. Al respecto, Cerveceros de México ha liderado diversas iniciativas para promover el consumo moderado de alcohol y el no consumo en menores de edad. Esta labor busca contribuir a que podamos disfrutar de la cerveza nacional de manera responsable, valorando no sólo su sabor, sino también su papel en nuestra sociedad.

La cerveza es símbolo de identidad y también reflejo del trabajo arduo y dedicación de miles de personas involucradas en su proceso de producción, que han contribuido al crecimiento de la agroindustria cervecera en México por más de un siglo.

Contacto:

Karla Siqueiros, directora general de Cerveceros de México.

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