El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advierte que el incremento de 20 por ciento del salario mínimo daña las finanzas de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). 

“El aumento del salario mínimo para 2024, de 20 por ciento —y 5 veces mayor a la inflación esperada para 2024— es excesivo y dañará particularmente a las mipymes”, asegura el organismo a cargo de Carlos Hurtado López.

Desafortunadamente, agrega, la política pública del gobierno de Andrés Manuel no está protegiendo a las mipymes, a quienes los costos laborales se les han incrementado fuertemente y el costo del capital de trabajo también.

Según el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), los costos de la mano de obra crecerán de nuevo y en 2024 serán 60 por ciento mayores a los de 2018, ya que se toma en cuenta los efectos de los días de vacaciones y del aumento en las contribuciones a la seguridad social.

Para 2024, por acuerdo en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), el salario mínimo se incrementará de 207.44 a 248.93 pesos diarios en la mayor parte del país y de 312.41 a 374.89 pesos diarios en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN).

Asimismo, los salarios mínimos profesionales del listado integrado por 61 profesiones, oficios y trabajos especiales se incrementarán en 20 por ciento a partir del 1 de enero del próximo año.

“Las políticas en favor de las micro, pequeñas y medianas empresas tradicionalmente han carecido de alicientes u objetivos centrados en su crecimiento y por lo tanto en el aumento de su productividad”, manifiesta el CEESP.

Un cálculo del Centro revela que de 2018 a 2023 los costos de la mano de obra aumentaron en alrededor de 50% en términos reales. Además, el salario mínimo se incrementó en 46 por ciento o 27 por ciento real de 2021 hasta ahora.

Salario mínimo genera presiones inflacionarias, insiste CEESP

“Es muy probable que la revisión del salario mínimo represente presiones inflacionarias, ya que sucede en un contexto bien distinto al de años anteriores”, dice la institución encargada de elaborar el análisis e investigación de la coyuntura económica a las empresas privadas.

Primero, por el mismo impacto adicional sobre los costos laborales. Segundo, porque se da en un momento en el que el mercado laboral está presionado por escasez de mano de obra en diversos sectores y regiones del país, y la brecha del producto ya no es tan negativa como antes.

Tercero, se suma al impacto sobre la demanda agregada de la política fiscal particularmente expansiva aprobada para 2024. 

“Aun cuando no se reconozca explícitamente, el pronunciado aumento del salario mínimo probablemente elevará la cautela del Banco de México respecto al momento idóneo para comenzar a reducir la tasa de interés”, manifiesta el CEESP.

Esto alargaría la carestía del crédito para capital de trabajo en detrimento especialmente de las mipymes.

“Ahora más que nunca es necesario evitar otras políticas y medidas que encarezcan aún más el empleo formal en la economía”, indica el CEESP.

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