Fiscales federales de EE.UU. han presentado nueve cargos contra el hijo del presidente Joe Biden, Hunter, por delitos relacionados con evasión fiscal, informan medios locales citando documentos judiciales.

Las acusaciones incluyen delitos de no declarar y no pagar impuestos, así como declaración falsa o fraudulenta. Se le imputa la implicación en un “esquema de cuatro años de duración de no pagar al menos 1,4 millones de dólares” en impuestos federales sobre la renta entre 2016 y 2019.

De ser condenado, Hunter Biden podría enfrentarse a hasta 17 años de prisión, conforme al Departamento de Justicia estadounidense.

En las acusaciones, al hijo del mandatario se le culpa de haber gastado millones de dólares en “un estilo de vida extravagante” en lugar de cumplir sus obligaciones tributarias.

Según las acusaciones, Hunter Biden gastó enormes sumas “en drogas, escoltas y chicas, hoteles de lujo y propiedades de alquiler, coches exóticos, ropa y otros artículos de carácter personal”. El hijo de Joe Biden calificó gran parte del despilfarro como gastos empresariales.

Los cargos representan un punto de inflexión en una larga investigación de la conducta tributaria de Hunter, que estaba a punto de resolverse en julio pasado mediante un acuerdo entre fiscales y la defensa junto con otro acuerdo relacionado con delitos de posesión ilegal de armas.

Ambos acuerdos tropezaron con un escrutinio de un juez federal y, en septiembre, el fiscal especial David Weiss imputó a Hunter tres cargos en el caso de posesión de armas. El hijo del presidente rechazó su culpabilidad tanto en este como en el caso fiscal.

Los nuevos cargos han sido presentados en medio de los esfuerzos de los legisladores republicanos por lanzar una investigación de juicio político contra el presidente Joe Biden por los negocios de Hunter y su familia, así como de otros asociados sospechosos de la venta de influencias en contactos con gobiernos y actores extranjeros, entre ellos China.

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