La semana pasada el alcalde Ricardo Ahued Bardahuil tuvo que salir a disculparse por el atraso en la construcción de las obras en la ciudad de Xalapa. Lo hizo recordando a la población los cientos de obras que su administración está realizando en la capital del estado.  De alguna manera se responsabilizó por la parte bajo su cuidado y supervisión.

Los atrasos de las obras siempre han originado molestias e inconformidad en la ciudadanía. Uno de los casos más recordados fue la construcción del Circuito Presidentes en la época del gobernador Miguel Alemán, demora originada por la afectación y difícil negociación de propiedades y también por la construcción de grandes muros de contención en la zona. 

Actualmente el principal detonador de la inconformidad social han sido los críticos embotellamientos en varias vialidades importantes, una de ellas la avenida Lázaro Cárdenas, donde el gobierno del estado a través de la SIOP lleva a cabo construcciones desde el Puente Las Trancas (en proceso) hasta la plaza Ánimas. De dicho puente, se señala de llevar dos meses de demora en su finalización.  

Las redes sociales abundan en comentarios negativos y hacen notar que esos embotellamientos y trastornos se reflejan en demoras de traslado incluso mayores a una hora.

Una de las obras más retrasadas es el colector pluvial División del Norte, a cargo de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) en la colonia Rafael Lucio, donde se ubica la preparatoria Unidad y Trabajo, la cual sufre inundaciones constantes y molestias a alumnos y maestros. 

Es una obra de infraestructura para paliar las inundaciones por lluvias, que lleva dos años, con muchos problemas y seguramente será inaugurada dentro de varios meses más. Las propias redes sociales indican la serie de problemas que causan a vecinos, mostrando signos de desesperación, porque además falla la comunicación entre funcionarios y sociedad.

Otra obra sumamente publicitada hace muchos meses, es el famoso Nido del Halcón y una avenida de acceso en la Reserva Territorial en la zona de Plaza Walmart en el Circuito Rafael Guízar y Valencia, que muestra deficiente fuerza de trabajo y muchas señales de lentitud.  

Todo lo anterior, sin considerar la obra del Puente Heberto Castillo, detenido por ecologistas en la avenida Lázaro Cárdenas, cerca de la SEFIPLAN, pero además en el estado existen algunas obras del gobierno del estado que también presentan retrasos constructivos. 

Las obras aquí mencionadas representan una inversión por varios cientos de millones de pesos, y principalmente están bajo la responsabilidad de Elio Hernández, el Secretario de Infraestructura y Obras Públicas del gobierno del estado, que seguramente afrontará no pocas auditorías integrales de la ASF y el Orfis, y quien por ahora enfrenta serias críticas por parte de organizaciones sociales y partidos políticos. 

Ya se verá en su momento, cómo han sido los procesos de licitación, los proyectos ejecutivos, la programación de las obras y los costos unitarios y convenios de ampliación, además del aspecto legal, la trayectoria y experiencia técnica de las empresas involucradas.

Quizá por estas razones y por no tener nada que presumir a los veracruzanos, salvo su gran catálogo de ferias y festividades, el gobernador Cuitláhuac García se vio obligado a hacer su acto de informe anual en la ciudad de Perote, aprovechando la millonaria restauración de la Fortaleza de San Carlos, que se pagó con recursos federales, previo convenio con la SEDENA.   

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