El número de víctimas por los ataques del Ejército de Israel en la Franja de Gaza aumentó a 22.185 muertos y 57.035 heridos desde que estalló la guerra contra el grupo islamista Hamás el 7 de octubre pasado, informó el Ministerio de Sanidad del enclave palestino.

“Durante las últimas 24 horas, la ocupación israelí cometió 15 masacres contra familias en la Franja de Gaza, cobrándose la vida de 207 mártires y 338 heridos”, indica un comunicado del ministerio, controlado por Hamás.

Israel y el grupo islámico protagonizan la jornada 88 de su guerra sin que haya un cese el fuego a la vista pese a la creciente preocupación internacional por las víctimas y la crisis humanitaria en Gaza.

De norte a sur de la Franja, los gazatíes “fueron testigos de una serie de ataques con aviones de combate, drones y disparos de artillería, que causaron daños inmensos”, indicó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.

Los servicios de emergencia Media Luna Roja denunciaron que las tropas israelíes se encuentran atacando sus instalaciones en Jan Yunis, una región del sur de la Franja que funciona como bastión miliciano, lo que ha ocasionado varios muertos y heridos, entre ellos civiles desplazados que se refugiaban en ese lugar.

“Los drones continúan disparando en las cercanías del hospital Al Amal y de la sede de la Media Luna Roja en Jan Yunis”, indicó un comunicado del organismo.

Israel cree que los altos líderes de Hamás se esconden en Jan Yunis, donde en las últimas horas “los ataques aéreos israelíes golpearon ferozmente”, provocando víctimas civiles, incluidos niños y mujeres, aseguró Wafa.

En Deir al Balah, una ciudad del centro del enclave palestino donde ayer murieron al menos nueve personas, este martes fallecieron al menos 15 civiles, en su mayoría mujeres y niños, por bombardeos, mientras que en el cercano campo de refugiados de Nuseirat “varios civiles fueron masacrados y otros resultaron heridos en un ataque israelí contra una casa”, explicó la agencia.

Otro campo de refugiados aledaño, el de Al Maghazi, fue blanco de ataques con artillería mientras las fuerzas navales israelíes también disparaban.

En tanto, en el norte del enclave, donde el Ejército israelí ya ha tomado el control de casi todo el territorio, “estallaron intensos enfrentamientos” mientras avanzaban los tanques israelíes, aseguró Wafa.

​La guerra estalló el 7 de octubre tras un masivo ataque de Hamás que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración simultánea de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones cercanas a Gaza.

Desde entonces, el Ejército de Israel ha lanzado una fuerte ofensiva por aire, tierra y mar contra el enclave palestino, donde la mayoría de los muertos y heridos son niños y mujeres, mientras hay miles de desaparecidos bajo los escombros.

Argumentando que Hamás utiliza infraestructura civil para sus operaciones militares, Israel ha bombardeado viviendas, escuelas, hospitales, templos, sitios arqueológicos, plantas de tratamiento y abastecimiento de agua, así como instalaciones de telecomunicaciones o de suministro de energía.

La guerra ha dejado también unos 1,9 millones de desplazados en Gaza -un 85 % de la población del enclave- que viven en medio de una crisis humanitaria por el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. 

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