La tasa de desempleo global, que cayó al 5.1% en 2023, aumentará una décima en 2024 (5.2%), en un contexto marcado por el crecimiento de las desigualdades entre países desarrollados y en desarrollo y el estancamiento de la productividad, alertó hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En cifras absolutas, supondrá que de 188.6 millones de desempleados el año pasado se pasará a 190.8 millones en 2024, mientras que, en 2025, también con una tasa de paro del 5.2%, los parados globales ascenderán a 192.7 millones, de acuerdo con el estudio publicado hoy por la organización.
Los datos indican que el mercado laboral ya se mueve en cifras similares a las de antes de la pandemia, después de que en 2020 y 2021 se superaran tasas de desempleo globales del 6% y los desempleados superaran los 200 millones, pero “por debajo de estas cifras comienza a aflorar fragilidad”, advirtió la OIT.
Mientras la tasa de desempleo fue del 4.5% en los países de renta alta en 2023, ascendió al 5.7% en los de menor renta, y el número de trabajadores en situación de pobreza extrema (ingresos diarios menores a 2.15 dólares) aumentó en casi un millón de personas en 2023, indicó la organización con sede en Ginebra.
“Comienza a parecer que los desequilibrios (especialmente entre países ricos y pobres) no son simplemente parte de la recuperación pandémica, sino estructurales”, subrayó al respecto el director general de la OIT, Gilbert Houngbo.
“El descenso del nivel de vida y la escasa productividad, combinados con una inflación persistente, crean las condiciones para una mayor desigualdad y socavan los esfuerzos por alcanzar la justicia social”, añadió el máximo responsable de la OIT.
Con todo, el estudio muestra que los mercados laborales han mostrado una “sorprendente resiliencia” a pesar del deterioro de las condiciones económicas, lastradas por crisis encadenadas desde el inicio de la pandemia y que continuaron en sectores como el energético o el alimentario a raíz de la guerra en Ucrania.
Por regiones, la OIT prevé que la tasa de desempleo de Europa Occidental suba del 6.2% de 2023 al 6.3% en 2024 (de 14 a 14.3 millones de desempleados) mientras que pasará del 3.8% al 4.2% en Norteamérica (de 7.5 millones de parados el pasado año a 8.1 millones en el actual).
En Asia Oriental el informe predice que la tasa de paro se mantenga en el 4.7% este año, el mismo porcentaje que en 2023, aunque el número de desempleados aumentará ligeramente, de 42.9 a 43 millones.
El informe resalta además un descenso en 2023 en la brecha de empleo (personas sin trabajo que quieren incorporarse al mercado laboral, estén buscándolo activamente o no), hasta los 434.8 millones, frente a 440,4 millones en 2022, cifras que nuevamente se asemejan a las anteriores a la pandemia.
La OIT destaca también que se mantiene aún muy alta la tasa de informalidad en el empleo global, ya que fue del 58% en el recién terminado ejercicio 2023.
Se señala por otro lado que la participación de la mujer en el mercado laboral se ha recuperado rápidamente tras la pandemia, pero aún existe una notable brecha de género, especialmente en las naciones emergentes y en desarrollo.
El informe constata además que las personas que se han reincorporado al mercado laboral tras la pandemia “tienden a no trabajar el mismo número de horas que antes”, mientras que el número de días de baja por enfermedad ha aumentado significativamente.
La OIT constata con preocupación una bajada de la productividad laboral, regresando a índices de la década anterior, pese a los avances tecnológicos y el aumento de la inversión, debido a factores como la llegada de más impulso inversor a sectores menos productivos, caso de los servicios o la construcción.
La organización señala como otros obstáculos para el ascenso de la productividad el dominio de los grandes monopolios digitales, algo que en opinión del organismo impide una adopción más rápida de las nuevas tecnologías, especialmente en países en desarrollo.
EFE.