Ocho de cada diez jóvenes en España tiene algún síntoma de insomnio. Duermen poco y, además, el día no les da de sí lo suficiente por lo que tienen que robar horas a su descanso para hacer otras actividades que no han hecho durante el día. Un estudio radiografía sus hábitos de sueño.

Estas y otras cifras sobre el insomnio están recogidas en el informe “¿Cómo duermen los jóvenes? Hábitos y prevalencia de trastorno del sueño en España”, elaborado por la Fundación MAPFRE, la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Española del Sueño (SES) y presentado unos días antes del Día Mundial del Sueño, 15 de marzo.

Es el primer estudio poblacional sobre hábitos de sueño y prevalencias estimadas de trastornos de sueño centrado exclusivamente en la población joven española, realizado a partir de 3.045 testimonios a jóvenes de entre 18 y 34 años, con una media de 26,3 años. El 20,5 % tenía hijos.

Y señala que esta franja de edad es una población menos estudiada a pesar de que podría tener un especial interés por el cambio de etapa vital debido a que a nivel social pueden tener un mayor grado de independencia y de responsabilidades.

De forma que conocer los hábitos más prevalentes en este grupo poblacional y su repercusión en el sueño y las consecuencias de no dormir las horas necesarias, podría contribuir a una mayor concienciación sobre la importancia del descanso nocturno.

7.6 horas de sueño

Los datos muestran que la media de horas de sueño de la juventud en España es de 7,6 y varía en función de los días laborables (7,25 horas) y los festivos (8,78).

Los encuestados son conscientes de que dormir es tan importante como la alimentación o el ejercicio físico pero solo dos de cada ocho admite dormir bien o lo suficiente.

La franja horaria más frecuente a la que los jóvenes se van a la cama los días laborables oscila entre las 22:01 y las 23:00 horas (31 %), seguida de entre las 23:01 y las 24:00 horas (25 %) y entre las 21:01 y las 22:00 horas (10 %).

Los días víspera de festivo, la hora de irse a la cama se retrasa: la más frecuente entre las 00:01 y las 01:00 horas (20 %), seguida de entre las 23:01 y las 00:00 horas (19 %).

El 16 % lo hace de madrugada, entre la una y las dos; y un 8 % entre las 02:01 y las 03:00 horas.

No obstante, los jóvenes están listos para irse a dormir casi una hora antes de a la que realmente se duermen. Son las mujeres y los jóvenes de entre 30 y 34 años los que se despiertan más temprano.

Cuando el sueño no llega

El estudio muestra un “destacable” 83,5 % de los jóvenes que tiene alguna sintomatología relacionada con el insomnio. En concreto, un 46 % indicó dificultad para conciliar el sueño, un 36 % dijo que se despertaba durante la noche y le costaba volver a hacerlo, en tanto que un 47 %, se despertaba antes de lo deseado.

Solo un 16,5 % indicó dormir bien y no tener ninguna de la sintomatología descrita.

Son las mujeres y los jóvenes de entre 18 y 29 años los que admitieron más dificultades para conciliar el sueño, mientras que los de entre 24 y 34 años son los que tienen con más frecuencia despertares precoces.

En el caso de los jóvenes con hijos, en más de la mitad de los casos los encuestados aseguran que tienen el sueño fragmentado, sobre todo las mujeres.

Consecuencias del insomnio

Y dormir mal o menos de lo necesario tiene su consecuencias. De los jóvenes con insomnio:

  • El 54 % tiene cansancio o fatiga.
  • El 40 % dolor de cabeza.
  • El 34 % mal humor o irritabilidad.
  • El 30,5 % problemas de atención/concentración/memoria.
  • El 29 % somnolencia diurna.
  • El 29 % problemas de motivación/iniciativa.
  • El 26 % preocupación o insatisfacción con el sueño.
  • El 21,5 % problemas de rendimiento académico o laboral.
  • El 12 % problemas de comportamiento como hiperactividad o impulsividad.
  • El 11 % propensión a errores o accidentes.

Y todos ellos son argumentados con más frecuencia por las mujeres salvo los problemas de impulsividad y la propensión de errores y accidentes.

A la pregunta directa sobre si han sufrido accidentes de tráfico por falta de sueño, un 15,1 % contestó que sí (6,8 %, por falta de atención y 8,3 %, por somnolencia).

Causas del insomnio en los jóvenes

El estudio muestra que algunas de las causas a las que los jóvenes atribuyen los síntomas del insomnio son a problemas de salud mental (19 %), un trastorno de sueño diagnosticado (13 %), a efectos secundarios de un medicamento (9 %), a una enfermedad (9 %), al consumo de alcohol (6 %) y el consumo de alguna droga (6 %).

El 58 % no considera que la causa de sus síntomas de insomnio sea cualquiera de los anteriores.

De los encuestados, el 75 % asegura que durante el día tiene momentos en los que siente una necesidad incontrolable de dormir. Un 44,1 % lo atribuye a un sueño insuficiente la noche anterior.

En el 65 % de los casos se recuperan tras dormir más tiempo del habitual o en horario libre de acostarse y levantarse.

Alargar el día en detrimento del descanso

Y según el informe, los jóvenes encuestados se quitan horas de sueño nocturno en casa para dedicarlas al ocio u otras actividades que les interesen “para compensar la falta de tiempo personal durante el día”. En concreto, lo hace el 61 % y son los hombres y los jóvenes de 18 a 29 años los que más lo hacen.

El 83 % de los encuestados asegura que ve dispositivos electrónicos con pantallas, como móviles, tabletas, ordenadores o la televisión, durante una media de 48,6 minutos antes de dormirse.

Las mujeres y los jóvenes de 18 a 23 años y, en segundo lugar, los de 24 a 29 años son los que más lo hacen.

A pesar de ese alto porcentaje de más del 80 % que ve pantallas antes de dormir, el 59 % asegura que toma medidas para mitigar el impacto nocturno de estos dispositivos a través de la “activación de la función filtro de luz” o el uso de dispositivos de “tinta digital”.

Sustancias estimulantes

En cuanto al consumo de sustancias estimulantes, el 62 % toma café mientras que un 35 % bebe té. Refrescos de cola con cafeína, un 46 % y bebidas engergéticas, un 25 %.

El estudio concreta que si bien el café es la bebida estimulante que los jóvenes consumen con más frecuencia, no lo hacen “en cantidades significativamente elevadas”.

Las drogas ilegales con efecto psicoestimulante las toma un 6 % de los encuestados.

El 8 % consume cannabis al menos una vez al mes y de ellos, la gran mayoría lo hace para favorecer el sueño.

¡Atención!

Los autores del estudio inciden en que la mayoría de los participantes está retrasando de forma voluntaria el momento de dormir, a pesar de valorar el sueño un aspecto importante de su salud.

Por eso, consideran que “los hallazgos del estudio actual deben servir para promover medidas de educación y prevención sanitaria en relación con el sueño hacia la población, y de aviso a los gestores sanitarios, vista la gran tasa de infradiagnóstico”.

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