La Arquidiócesis Primada de México señaló que la muerte de la menor Camila y el linchamiento de los presuntos responsables de su secuestro y homicidio en Taxco, Guerrero, muestran que la sociedad se está destruyendo poco a poco.
En la editorial del semanario Desde la Fe, la iglesia destacó que mientras los católicos celebraban Semana Santa, el homicidio de la niña y los hechos posteriores muestran la necesidad de que la gente entienda que la violencia genera más violencia, que al permitir estos hechos “nos estamos destruye do poco a poco” y agregó que cuántas niñas muertas más, cuántos linchamientos e injusticias son necesarias para reconocer la situación del país.
Este hecho evidencia varios de los problemas que han fracturado el tejido social, que competen a las autoridades del Estado, a la clase política, a las instituciones de seguridad, y por supuesto, también a los ciudadanos y a las familias, agregó la Arquidiócesis.
La sociedad ha puesto sobre sí una lápida de “egoísmo, de miedos y amargura, de sufrimiento y muerte, que le cierra el camino a la alegría y a la esperanza”, que bloquea el espacio a un mejor futuro, que impide construir una sociedad en la que se priorice el bien común, que dignifique la vida, y que dé certezas a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, apuntó.
Este Domingo, el Dios de lo imposible, el Dios que hizo a un lado esa piedra del sepulcro recuerda que ningún acontecimiento doloroso, egoísta y cruel, puede guiar nuestro camino, y mucho menos tener la última palabra en el destino de nuestro país.