La vitamina D, conocida por su papel en la salud ósea, también juega un papel crucial en la regulación del estado de ánimo. Varios estudios científicos han demostrado una relación entre niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de depresión y trastornos del estado de ánimo.

Según un estudio publicado en The Journal of Post-Acute and Long-Term Care Medicine, los adultos mayores con niveles bajos de vitamina D tienen un mayor riesgo de depresión. Otro estudio, publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, encontró una asociación entre la deficiencia de vitamina D y la depresión en adultos jóvenes.

¿Cómo afecta la vitamina D en el estado de ánimo?

La vitamina D desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo al favorecer la producción de serotonina, la “hormona de la felicidad”. Su deficiencia puede causar síntomas depresivos y, con el tiempo, trastornos depresivos.

El trastorno afectivo estacional es un ejemplo de cómo la falta de luz solar y, por ende, de vitamina D, puede afectar el estado de ánimo en determinadas épocas del año, como el otoño y el invierno. Este trastorno puede tratarse con suplementos de vitamina D si es necesario, bajo la supervisión de profesionales de la salud.

¿Cómo se obtiene la vitamina D?

Además de la exposición al sol, la vitamina D también se puede obtener a través de la dieta. Algunos alimentos ricos en vitamina D incluyen pescados grasos como el salmón, las sardinas y el atún, hígado de res, yema de huevo y alimentos fortificados como la leche y los cereales.

Para aquellos que tienen dificultades para obtener suficiente vitamina D a través de la exposición solar y la dieta, los suplementos pueden ser una opción. Sin embargo, es importante consultar a un médico antes de comenzar cualquier suplemento, ya que tomar demasiada vitamina D puede tener efectos adversos.

Mantener niveles adecuados de vitamina D a través de la exposición al sol, una dieta equilibrada y, si es necesario, suplementos, puede ser beneficioso para mejorar el estado de ánimo y prevenir trastornos del estado de ánimo. Es fundamental consultar a un profesional de la salud para determinar si se necesita suplementación y en qué dosis.

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