“Nos enfrentamos a un nuevo y temible totalitarismo, una ideología invisible, líquida y polimórfica que desborda las tradicionales fronteras ideológicas. Un monstruo con vida propia que apela a las emociones y no a la razón, a las ensoñaciones y no a la realidad, que promete proporcionar aquello que cada uno desee, aunque sea una identidad imposible. Incrustado dentro del propio poder, compra voluntades, proporciona prebendas a quienes son sus cómplices y castiga con la muerte civil a quienes lo desafían.»
Con una prosa directa y sin ornamentos, Javier Benegas desgrana para el gran público las claves de un nuevo totalitarismo, una ideología invisible que desborda las tradicionales fronteras partidistas y que ha penetrado en las sociedades democráticas, infectando como un virus nuestro pensamiento y estado de ánimo. La pasividad de periodistas, políticos, expertos y buena parte de la opinión pública ante la progresiva liquidación del ámbito privado de las personas ha contribuido a la banalización del mal y el control de la libertad.
La ideología invisible es mucho más que un libro, es un viaje de ida y vuelta en busca de los orígenes de una creciente amenaza para entenderla y desactivarla.
«La ideología invisible» no es una aseada y conveniente teoría del todo, es un libro inquietante que analiza un vertiginoso proceso de transformación que, como la Hidra tiene, numerosas cabezas
El brusco cambio de mentalidad que supuso la Gran Guerra de 1914, en especial para una nueva generación de europeos; la ingeniería social sueca como el monstruo sigiloso y vía alternativa al marxismo, que arranca en los años 20 del pasado siglo y se hace omnipresente durante la década de 1970, propagándose en el mundo occidental de manera sutil; las revueltas de los años 60, cuyo catalizador fue otra guerra, la de Vietnam; la historia en apariencia congelada por la Guerra Fría, que se descongelará y desbordará a Occidente como un tsunami silencioso tras la caída del Muro de Berlín; la consolidación del Gran Gobierno que permitirá a los estados no sólo redistribuir la riqueza, sino recrear la moral de la sociedad y vigilar los sentimientos; las enloquecidas mutaciones ideológicas que emergen de los escombros de las viejas ideologías; el auge del imperio de los expertos y la dictadura de las «almas bellas»; la vehemencia de las élites por conservar su posición y su virulento choque con las redes sociales; la reactancia social que acumula cada vez más energía… Todos estos elementos y otros hallazgos dan forma a un libro que, como un potente foco, arroja luz sobre las tinieblas del presente.
La ideología invisible no es una aseada y conveniente teoría del todo, es un libro inquietante que analiza un vertiginoso proceso de transformación que, como la Hidra tiene, numerosas cabezas. Una lectura imprescindible para quien, joven o mayor, decida ir más allá de la espuma de la noticia y no tenga miedo a pensar por sí mismo y enfrentarse a cuestiones incómodas.