En la era digital, los videojuegos han pasado de ser un simple entretenimiento para convertirse en un tema de debate sobre su impacto en la salud. Si bien a menudo se asocian con problemas como la adicción y el sedentarismo, estudios recientes revelan un lado positivo e inesperado: su potencial para mejorar la función cognitiva en quienes padecen esclerosis múltiple.
Un estudio reciente hecho por neurocientíficos de la Universidad de Búfalo en Estados Unidos ha puesto en jaque algo que nadie esperaba: el beneficio de jugar videojuegos.
Analizaron a 42 personas con esclerosis múltiple con un promedio de edad de 45 años, a los que se les puso jugar un aproximado de 40 horas.
Lo que encontraron los expertos fue que los jugadores mejoraron su aprendizaje visoespacial, la memoria a corto plazo y el funcionamiento ejecutivo. El estudio completo fue publicado en Journal of Cognitive Enhancement.
¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple (EM) se presenta como una enfermedad crónica que afecta al sistema nervioso central, conformado por el cerebro y la médula espinal.
Se caracteriza por un ataque del sistema inmunitario contra la mielina, la capa protectora que envuelve las fibras nerviosas. Este daño ocasiona la interrupción de la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, dando lugar a una variedad de síntomas, como: problemas de visión, debilidad muscular, entumecimiento y hormigueo, problemas de equilibrio y coordinación, entre otras.
El impacto positivo del mundo gamer
Anterior a esto, en 2017 fue publicado otro estudio en la revista “Frontiers in Psychology” que demostró que jugar videojuegos de acción en 3D durante 30 minutos diarios durante dos semanas mejoró la atención y la función cognitiva en un grupo de jóvenes.
Sobre los beneficios para las personas con esclerosis múltiple, los investigadores partieron de la suposición de que los videojuegos podrían estar entre estas actividades estimulantes debido a su naturaleza divertida y cognitivamente desafiante.