Es necesario hacer frente común ante las dinámicas de violencia y de destrucción del tejido social. Estos dos problemas no son tarea fácil ni imposible si todos nos comprometemos en la tarea por la paz, afirma la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado dominical titulado: “La paz social, prioridad en Veracruz”.
Solo puede brillar la paz social en México y Veracruz si nos reunimos, cada uno según sus responsabilidades, para buscar éticamente la unidad y la justicia como gran meta común, que nos permita trascender nuestra indiferencia y pasividad ante las circunstancias adversas que estamos atravesando en todo México y en Veracruz: Dinámicas de violencia y de destrucción del tejido social.
Estamos todavía en tiempos postelectorales que nos llenan de grandes expectativas, pues se espera que todos los ganadores de la contienda del 2 de junio presenten proyectos nuevos y esperanzadores, para sacar adelante los problemas que nos lastiman como ciudadanos de nuestra patria. Es necesario hacer frente común ante las dinámicas de violencia y de destrucción del tejido social. Estos dos problemas no son tarea fácil ni imposible si todos nos comprometemos en la tarea por la paz.
La paz social, no dijeron algunos obispos reunidos en Puebla en 2023, “es un trabajo conjunto en distintos niveles y con todos los sectores sociales. Implica la suma de voluntades, la coordinación de esfuerzos y la generosidad de todos para vencer el miedo que nos afecta ante la indolencia y la ineficacia de las autoridades, que no se han ocupado de su principal tarea de procurar la unidad, la seguridad, la justicia y la paz del país. Este diagnóstico, que hacemos propio por su contenido de verdad, es compartido por los análisis que han nutrido nuestro discernimiento”. Es tiempo de buscar la unidad de todos para trabajar unidos por la paz.
Hoy es el tiempo de actuar juntos bajo el signo de la esperanza en Cristo, para ejercitar nuestra responsabilidad ciudadana. Dios transciende nuestro actuar, pero no lo ignora para sacarnos delante de todo lo que nos hiere y humilla. Hoy es nuestro tiempo para unirnos en la fe, la esperanza y la caridad. Hoy es tiempo de vencer el miedo con la presencia de Cristo que nos acompaña en nuestro camina cotidiano. Hoy es tiempo de que todos seamos promotores de justicia y de paz para que Veracruz tenga vida digna.