Ya está listo Kylian Mbappé, el capitán y la figura de la selección de Francia, enmascarado para proteger su fractura de nariz y a la espera de si vuelve a la competición este martes contra Polonia, entre las dudas del equipo de Didier Deschamps, con tan solo un gol a favor, pero con cuatro puntos y virtualmente clasificado para los octavos de final de la Eurocopa 2024.
En el banquillo todo el encuentro del pasado viernes contra Países Bajos, con el empate sin goles que mantiene todo abierto para la primera plaza del grupo D, ni siquiera calentó ese día por el percance sufrido el lunes anterior en el triunfo ante Austria (1-0). Cuatro días después su apariencia es para jugar. La duda si como titular o reserva.
Ya ha probado varias máscaras en varias sesiones, con la adaptación que eso implica porque le resta parte del campo de visión, según expuso su propio seleccionador; ha participado en los últimos tres entrenamientos con el grupo, incluido este lunes, contando el partido que disputó el domingo pasado contra el filial del Paderborn, y quiere jugar, tal y como apuntó el domingo su compañero y centrocampista Aurelien Tchouameni.
Entre tantos, Deschamps ha alimentado la incógnita sobre su titularidad en estos últimos días. No ha desvelado aún si contará con él desde el principio contra Polonia, a la espera de desafíos mayores que se avecinan muy próximos, como las eliminatorias ya definitivas desde el próximo sábado en adelante, cuando ahora sólo una carambola increíble lo eliminaría de la ruta que se propone hacia lo máximo.
También surge un condicionante añadido: Mbappé está apercibido de sanción por la tarjeta amarilla que recibió, una vez ya fracturada la nariz, por entrar sin permiso del árbitro al campo en el 1-0 ante Austria, con el único objetivo de detener el juego para poder ser sustituido. Otra amonestación más lo apartaría de octavos. También a Ousmane Dembele.
Francia necesita a Mbappé. Su dependencia es indiscutible. De sus últimos 20 triunfos, en quince marcó o asistió en algún momento. Es más, en esta Eurocopa, el único gol que ha anotado el conjunto ‘bleu’, en propia puerta del austriaco Maximiliam Wöber, lo provocó el nuevo fenómeno del Real Madrid, con un desbordante cambio de ritmo por la banda.
En esa sensación, incluso, incide el momento de los otros hombres de ataque de Francia. A Antoine Griezmann, incrustado en el medio ante Austria y lanzado hacia el ataque ante Países Bajos, precisamente por la baja de Mbappé, se le ha torcido la puntería. Sus dos ocasiones falladas ante el conjunto neerlandés delataron su momento sobre la portería contraria: dos goles en sus últimos treinta partidos con Francia. Lejos de su eficacia.
La intrascendencia ofensiva, a la vez, es evidente en Ousmane Dembele, que no se ha ido apenas de nadie en sus dos partidos en la Eurocopa 2024, alejado del desbordante aspecto que expresan sus cualidades y de la generación de oportunidades que debe darle a Francia, que, en contraste, se mueve mucho mejor en términos defensivos, en torno a N’Golo Kanté.
Fuera del último Mundial, recuperado para la Eurocopa por Deschamps, el medio centro es básico en esta Francia, en cada sector y en cada lance, sobre todo defensivo, como muro de contención y repliegue contra los movimientos ofensivos rivales. Secundado por los centrales Dayot Upamecano y Willian Saliba, también luce el portero Mike Maignan, un seguro para Francia, con los dos encuentros imbatido, en ambos con paradas cruciales.
En el once de Deschamps, que en principio podrá disponer tanto de Eduardo Camavinga como de Kingsley Coman, aquejados de diversas molestias los últimos días, no ha dado pistas sobre el once con el que debe resolver si pasa como primera, como segunda o como tercera de grupo, que eso sí está más que en el aire en la última jornada. Para ser primera, pendiente de Países Bajos también, sólo la vale ganar.
No hay nada en juego, en cambio, para Polonia, que ya dispone de Robert Lewandowski, probablemente ante su último encuentro en una Eurocopa. La siguiente sería con 39 años.
Ya está recuperado de la lesión muscular que sufrió en el penúltimo amistoso y lo apartó del primer duelo de la Eurocopa ante Países Bajos, antes de reaparecer en la última media hora contra Austria, cuando quedó ya resuelta la eliminación anticipada de la selección polaca.
El atacante del Barcelona sólo ha marcado seis goles en sus últimos veinte partidos con Polonia, a la que sus dos derrotas en las dos primeras jornadas significan ya un lastre definitivo, relegada matemáticamente a la última posición del grupo.
Ya se conciencia con la seriedad más absoluta en el partido, resalta la cantidad de figuras y el altísimo nivel de “uno de los mejores equipos del mundo”, cuando habla de Francia, y se propone dar la sorpresa con la liberación que supone que no tiene nada que perder ya, con el objetivo de retomar la racha sin derrota (8 partidos) que atravesó antes del fiasco en Alemania 2024.
EFE