Las pintas urbanas que nacieron en Monterrey, Nuevo León, en la década de 1980 y que surgieron para darle voz a una generación, integran la exposición ‘Cumbia y Apañe. Vestigios de una juventud regia’, una de las muestras con las cuales el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) celebra sus 33 años de existencia.
En una entrevista con EFE, integrantes del colectivo Campo Semántico hablaron de esta expresión contracultural que se presenta en el espacio Galería de Arte Educativa, del mencionado recinto cultural, que fue inaugurado el 28 de junio de 1991.
Luis Antonio Vázquez, mejor conocido como Fozzie 501, Malcom Vargas y Katián Tijerina detallaron aspectos de la muestra que está integrada por la caligrafía o “apañe” plasmado en muros y ventanas de la galería, así como notas de periódicos, fanzines, libros, fotos de la época, portadas de discos y casetes, entre otras cosas.
“Sobre todo es visibilizar una comunidad a la cual le estamos rindiendo homenaje, ya que todo el movimiento que generaron provocó un valor cultural para la región”, indicó Vargas.
Mencionó que el grafiti que está representado en la muestra es específico y endémico de Monterrey y es conocido como “apañe”.
“Es un estilo caligráfico urbano que surgió y solo ha existido en la zona metropolitana de Monterrey”, indicó.
Por su parte, Fozzie 501, integrante original de ‘Cumbiaberos’ uno de estos grupos juveniles o ‘pandillas’ que dieron origen a este movimiento contracultural, mencionó que los ‘apañes’ o ‘grafitis regiomontanos’ comenzaron a surgir en las calles de la ciudad entre 1983 y 1984.
En la muestra se incluye una fotografía de PIN3, uno de los precursores de ‘Cumbiaberos’, ya fallecido, y también se dedica un espacio a la creación del Consejo Popular Jesús Heriberto Olvera Banda, integrado en 1986, tras el asesinato de un joven de ese mismo nombre a manos de policías.
“Los apañes son un formato de firma endémico de aquí. Comenzó en los ochentas y tiene características muy específicas como inspiradas en gráficas de grupos de Colombia, de cumbias y también estuvo acompañado del punk, en los principios, y se inspiraban en las portadas de discos, en picos y formas, por eso hay unas muy tropicales”, compartió Tijerina.
Fozzie 501 aseguró que el grafitero es un vocero de la conciencia social “dice con el grafiti lo que otras personas no pueden decir o no quieren decir”.
Aunque consideraron un logro que Marco les haya abierto un espacio y les dé un reconocimiento como una expresión cultural, aclararon que no están intentando domesticar el grafiti.
“El grafiti real está y estuvo afuera, en las calles, y nosotros más bien estamos solo trayéndolo al Museo, como un homenaje a una comunidad, a una iconografía y sus redes de afectos y uniones”, expresó Vargas,
Como parte de la celebración por los 33 años de Marco se ofreció un recorrido por esta exposición, así como por la del arquitecto Eduardo Terrazas ‘Equilibro Múltiple. Obras y Proyectos (1968-2023)’ que también fue recientemente inaugurada, y por el resto de las muestras que tiene en exhibición actualmente el Museo.
Además, los asistentes también pudieron disfrutar del primer concierto de la segunda edición de ‘Noches de Verano’.