A lo largo de la historia de la Humanidad, la pintura y la literatura han tenido una estrecha relación, con cuadros inspirados en grandes títulos universales y, a su vez, obras literarias que han girado en torno a reconocidas pinturas.
La Fundación Abanca invita en Santiago de Compostela a establecer un diálogo que permanece a lo largo de los siglos con una muestra de 46 piezas de su colección privada y 16 libros y documentos de diversas instituciones.
La muestra, que puede verse a partir de este jueves en el Centro Obra Social Abanca de la capital gallega y estará hasta el próximo 7 de enero, está comisariada por Diego Cascón e incluye un recorrido cronológico mediante el cual las pinturas de artistas como André Lothe, Urbano Lugrís, Manuel Viola, Luis Seoane, José Frau, Antón Lamazares o Pamen Pereira se relacionan con grandes autores de la literatura universal, desde Platón o Thomas Mann hasta Valle Inclán, Emilia Pardo Bazán, Rosalía de Castro, Camilo José Cela, John Milton o Paul Auster.
“Dentro de las posibilidades de la Colección Abanca hemos realizado una selección con una serie de cuadros de autores a los cuáles les hemos asignado diversas obras literarias; poemas o fragmentos de novelas de autores de todo tipo, de la literatura clásica, universal y de autores gallegos”, ha explicado durante la inauguración el comisario de la exposición.
Bajo el título “Pintura escrita. Arte e literatura. Colección Abanca”, la muestra trata por tanto de establecer “un dialogo”, y poner en contacto estas dos artes, en lugar de verlas como “compartimentos estancos”.
Además, incluye una serie de libros y documentos, en total 16, que proceden del fondo bibliográfico de Abanca y de la Fundación Camilo José Cela y la Biblioteca de Galicia.
Como punto de partida se expone un cuadro de Jesús Corredoyra, que data de 1909 y representa a un anciano y a un niño y se relaciona con un texto del “Fausto” de Goethe. De ahí, al paisaje romántico gallego, con obras de Manuel Abelenda, que dialogan con versos de Eduardo Pondal o pequeños lienzos de Ovidio Murguía, hijo de Rosalía de Castro y Manuel Murguía, que conectan con los versos de “Poemas galegos” de Eduardo Blanco Amor.
Más explícito es el caso del “Retrato de la señora de Silvela”, de Fernando Álvarez de Sotomayor, que puede relacionarse claramente con la obra “La Quimera”, de Pardo Bazán, en la que la escritora cuenta la vida de un pintor. Se exhibe además una edición original de “La dama joven” de la autora coruñesa.
En el marco regionalista gallego, obras idílicas del paisaje patrio de Juan Luis López o Roberto González del Blanco dialogan con documentos como “El regionalismo”, de Alfredo Brañas o “Galicia”, de Manuel Murguía”.
Otro claro ejemplo de la estrecha relación entre pintura y literatura está plasmada en el retrato que Luis Seoane realizó del escritor Lorenzo Varela, por un lado; y en la edición de “Torres de amor” de Lorenzo Varela en la que se incluye una portada y diseño realizada por Seoane.
Laxeiro y la relación con Camilo José Cela, con ejemplares de “La Colmena”; o “El anticuario del puerto”, de Urbano Lugrís, que dialoga con un fragmento de “La isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson son otros ejemplos de estas conexiones.
Ya en la segunda planta la exposición incluye pinturas de la segunda mitad del siglo XX y obras más contemporáneas, con el cuadro de Jorge Castillo dedicado a Valle Inclán; el de José Caballero dedicado a Lorca; o la obra “Presenzas namoradas do Candán”, de Manuel Moldes, acompañada de un ejemplar de la “Divina Comedia” de Dante; y la obra “Descubrimiento” de Antonio Lago Rivera que se relaciona con “El paraíso perdido” de John Milton.
Cierra la exposición obras contemporáneas de Carlos Alcolea, Antón Lamazares, José Fernández Freixanes, Manuel Viola o Jorge Castillo; con lienzos que establecen una relación con textos de Mircea Cartarescu, Rosalía de Castro, Thomas Mann, Claudio Magris o Paul Auster.
EFE