La mala suerte persigue a Sergio Pérez.
Durante la Q1 de calificación del Gran Premio de Hungría, el piloto mexicano perdió la confianza con el Red Bull al salir de la curva 8, pues se descontroló con el monoplaza y terminó con un duro impacto en el muro, destrozando la parte trasera.
El choque provocó la bandera roja y tras varios minutos se reanudó la actividad. Al final del registro de tiempos, Checo saldrá en la posición número 16.
Al empeorar las condiciones climáticas con la lluvia, el mexicano no pudo completar su vuelta para subir en el clasificador pese a que se encontraba en la novena posición.
Mientras salía de su bólido, el tapatío movía la cabeza expresando su molestia por lo que sucedió, pues sigue en evaluación por parte del equipo austriaco.
Checo, que había empezado con el pie derecho el fin de semana con buen ritmo y entendimiento de las actualizaciones, quedará relegado al final de la parrilla.
El mexicano ya lleva cuatro carreras en las que no avanza a la Q2: Mónaco, Canadá, Gran Bretaña y ahora Hungría, y ante su desafortunado resultado podría caer al octavo puesto en el Campeonato de Pilotos si no suma más puntos que los Mercedes.