El teatro clásico es un patrimonio cultural que nunca pasa de moda, su temática es actual, es divulgativo e invita a la reflexión, ha explicado este lunes en una entrevista con EFE el catedrático Emilio de Miguel, profesor de Literatura Española e Hispanoamericana (Universidad de Salamanca).
Así lo demuestra la pujanza de festivales especializados como los que cada año, desde hace décadas, se celebran en Mérida, Almagro y Olmedo donde De Miguel vuelve a participar estos días con la adaptación de “Fuenteovejuna”, de Lope de Vega, para un recital de palabra y música.
Es la cuarta adaptación que realiza De Miguel (Reinosa, Cantabria, 1949), después de haberlo hecho con las de “El caballero de Olmedo” y “El castigo sin venganza”, de Lope de Vega, y “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca.
Teatro inmortal
“El teatro no ha muerto a pesar de que se le ha enterrado muchas veces a lo largo de la historia, y no peligra, porque es un ser vivo que sigue aportando al acervo cultural, gracias al trabajo de investigación de muchas personas apasionadas por las artes escénicas”, ha explicado.
Él es una de ellas. Su entrega al teatro clásico y, especialmente, a “La Celestina”, comenzó cuando a los 12 años de edad un profesor “que era laico” les dijo que era pecado mortal leer la obra más conocida de Fernando de Rojas, y descubrió un universo completo, que le sigue despertando un gran interés.
“De ‘La Celestina’ me interesa todo: el contenido, los personajes, la profundidad del pensamiento, la forma de plantear la crisis de los valores religiosos, éticos y humanos. Es una radiografía perfecta de la sociedad del siglo XV”, ha explicado este lunes en una entrevista con EFE.
Se siente “privilegiado” por poder contribuir al crecimiento de un festival del que ya es habitual, por su amistad con Germán Vega, codirector del mismo, y por las importantes aportaciones que siempre adjunta desde su prisma como investigador, profesor e intelectual.
No pasa de moda
Este año se acercará al público con la esencia de “Fuenteovejuna”, en un recital protagonizado por “actores y actrices de primer nivel” en España, como Arturo Querejeta, Paula Iwasaki, Carlos Pinedo o David Boceta, que trasladarán la pieza universal “reducida a una hora”.
Según De Miguel “la literatura clásica no pasa de moda, porque versan sobre las raíces del comportamiento humano, y estas se mantienen en el tiempo. Sigue habiendo dictadores y pueblos ultrajados, sometidos, que sienten esa tentación del magnicidio, como en ‘Fuenteovejuna’”.
Reflexión y valor educativo
Es una obra que, como la gran mayoría del Siglo de Oro, “hace reflexionar al espectador”, por eso nunca puede morir, “porque expone las pasiones humanas, sus virtudes y defectos, y por su belleza y fuerza formal y su eficacia expresiva”, ha dicho.
“No solo destaca por lo que se dice, sino por cómo se dice, porque su grandeza literaria hace del teatro clásico algo eterno. Si se enseñara a los niños, gozarían del teatro, porque hay un gusto congénito, que solo se desvía por malas representaciones o malos profesores”, ha comentado.
En este sentido, ha insistido en que es un firme defensor y creyente del “valor educativo” del teatro, al que garantiza su futuro “porque se inventó hace más de 2.500 años, y ha sobrevivido a todos los ataques y novedades, y porque permite manifestarse, jugar y divertirse, mientras se descubre la belleza del verso”.
Además, considera que “la normalidad existe, pero también la genialidad, y hay autores, como Lope de Vega que son genios que rompen con todo por su capacidad creativa, y que seguramente seguirá dando sorpresas, puesto que continúan saliendo a la luz obras suyas, como ‘La francesa Laura’, o ‘Mujeres y criados’”.
Y advierte que “en el mundo del teatro y la literatura, siempre quedarán cosas por descubrir y desarrollar”, de ahí la importancia de que se apueste por la investigación, como en las Jornadas de Olmedo Clásico, en las que también ha participado, y que complementan el festival.