El excandidato presidencial Enrique Márquez recomendó a Nicolás Maduro -declarado ganador de las elecciones del 28 de julio en Venezuela- escuchar los pedidos de transparencia que han surgido dentro y fuera del país, luego de que la oposición mayoritaria denunciara fraude y asegurase que su abanderado, Edmundo González Urrutia, ganó los comicios por amplio margen.

“Creo que el Gobierno debería prestarle atención a eso, igual que al grupo de los tres (México, Colombia y Brasil) que están advirtiendo la necesidad de que haya un tratamiento diferente por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y publique los resultados”, dijo el exdiputado en una entrevista con EFE.

No hacerlo, advirtió, «sería muy malo» para el país, que registró protestas -algunas devenidas en hechos de violencia que se saldaron con 24 civiles muertos, según la ONG Provea- en los días posteriores a las elecciones, en rechazo a la proclamación de Maduro, algo que el CNE concretó sin haber divulgado los resultados desagregados, como el propio ente estableció en el cronograma electoral.

El “jaqueo” electoral

Aunque el ente electoral denuncia haber sufrido un ataque cibernético, Márquez cree que este supuesto jaqueo -que retrasó la transmisión de resultados, pero no impidió la proclamación de Maduro- entrará al libro de los récord Guinness como el de más larga duración, pues han pasado 13 días desde las votaciones y la página web del CNE sigue caída.

“Hay algo que no me termina de cuadrar. Si el CNE tiene los resultados, ¿Por qué no los publica? ¿No es lo que le está pidiendo todo el mundo? ¿Por qué no zanjar las diferencias con todo el planeta y con los venezolanos publicando los resultados y sometiendo al escrutinio público esos resultados?”, cuestionó.

El excandidato se refirió así a las actas de escrutinio que, según el canal estatal Venezolana de Televisión, entregó esta semana el presidente del CNE, el chavista Elvis Amoroso, ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que lleva adelante un proceso de «validación» de los resultados, solicitado por Maduro.

A su juicio, “no se está respetando” la normativa establecida, entre otras razones por la falta de auditorías posteriores a las votaciones, y -explicó- es el CNE, una institución con mayoría de rectores afines al chavismo, el que debería «hacer respetar» la voluntad expresada en las urnas.

“Yo creo que allí (en el CNE) han ocurrido otras cosas que deben ser aclaradas», dijo el político, también exvicepresidente del ente electoral, quien se define como un ‘candidato perdedor’ que ha decidido advertir que los fundamentos de la república están temblando, están siendo estresados por la situación actual”.

El respeto al sufragio

Reprochó también que el CNE haya estado “cerrado” desde el 29 de julio y recordó que, por ello, solicitó al TSJ una investigación a los cinco rectores electorales principales, a quienes señala por «una conspiración para destruir las bases de la república» y por posiblemente «violar la soberanía popular contenida en el sufragio».

“Es algo que hay que reflexionar y pedirle al presidente de la república, que es el más interesado en que todo esté bien, que busquemos una solución política a esto, porque esto no está bien (…) sería muy malo para el país que de esta situación saliéramos peor de lo que estábamos”, prosiguió.

Sobre las críticas del Centro Carter, que participó como observador en las votaciones invitado por el CNE, destacó que estos expertos hacen un trabajo ‘impecable’ que hay que «prestarle atención porque se trata de un informe muy profesional».

El Centro Carter dijo que no tiene evidencias del jaqueo denunciado, que la elección no puede ser considerada democrática por no adecuarse a los parámetros establecidos y que, tras analizar los datos disponibles, concluye que González Urrutia es el vencedor de la contienda, una posición que el Gobierno venezolano ve como una muestra de apoyo al «golpe de Estado» que dice estar enfrentando.

“Debemos todos los políticos ponernos de acuerdo y decir qué república es la que queremos”, añadió Márquez, el único de los nueve excandidatos que no firmó el compromiso de reconocer anticipadamente la sentencia que el TSJ -controlado por magistrados afines al chavismo- emanará al término de su revisión de los resultados electorales.

González Urrutia no acudió a la citación del TSJ pues cree que Maduro apeló a este mecanismo para garantizar un resultado favorable, sin tener que cumplir con la obligatoria publicación de los resultados desglosados, como recoge el cronograma electoral establecido por el CNE.

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