La reforma judicial impulsada por el oficialismo podría tener un impacto de al menos 1.9% del PIB, según la directora de análisis económico del grupo financiero Base, Gabriela Siller.

La propuesta, que incluye la polémica elección de jueces y magistrados por voto popular, frenaría la llegada de nuevas inversiones y la reinversión de utilidades de empresas extranjeras establecidas en México, de acuerdo con un comentario de la especialista en la red social X.

“A esto se sumaría el efecto dominó sobre otras empresas, mexicanas y extranjeras, que enfrentarían una menor demanda de sus productos”, sostuvo. 

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Con base en datos de la Secretaría de Economía, Siller Pagaza expuso que hay anuncios de nuevas inversiones por 45,464 millones de dólares (mdd), de los cuales el 48% son de firmas estadounidenses. 

Detalló que el monto de anuncios de nuevas inversiones representa 125% de la Inversión Extranjera Directa total de 2023 y 2.55% del PIB de México del mismo año. 

Previó que la reforma judicial debilitaría el marco legal, la administración de justicia y la aplicación de las reglas del TMEC en el país, por lo que se pondría en riesgo la relación comercial con Estados Unidos y se inhibirían las nuevas inversiones provenientes de esa nación.

Añadió que al freno de llegada de nuevas inversiones, se sumaría el freno en la reinversión de utilidades, pues 40% provienen de empresas estadounidenses.

“La aprobación de la reforma al Poder Judicial podría deteriorar rápidamente el ambiente para hacer negocios y llevar a la economía mexicana hacia una recesión, tal como sucedió en 2019, tras la cancelación de la construcción del aeropuerto de la Cd, de México”, aseveró.

En entrevista con Grupo Fórmula, Siller Pagaza explicó que si la previsión de crecimiento económico para este año es de 1.3%, o incluso menos debido al dato del PIB que dio a conocer Inegi este jueves, una reforma judicial tal como está planteada podría hacer que en 2025 la economía caiga en vez de crecer.

“La reforma judicial tendría consecuencias más fuertes (que la cancelación del aeropuerto en Texcoco), no nada más de corto plazo con una caída del PIB en 2025, sino un efecto dominó de varios años con un grave estancamiento económico”, consideró. 

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