¿Te has preguntado cómo es que algunas personas logran tener un alto nivel de resiliencia? De acuerdo con la Clínica Mayo esta es una habilidad que se puede desarrollar, logrando que tu cerebro sea más positivo.
La resiliencia es la capacidad que tienen las personas para adaptarse a las dificultades y desafíos, así como gestionar el impacto que tienen estos en sus vidas.
“La resiliencia es la forma en que soportamos la adversidad, nos recuperamos e incluso la prevenimos o anticipamos”, explica la Clínica Mayo.
Añade que esta característica no consiste en simplemente agachar la cabeza, seguir adelante y reprimir las emociones, o ignorar o fingir que no nos afecta el caos de la vida.
Por el contrario, se trata de responder positivamente para ayudarle a seguir adelante.
¿Es posible entrenar el cerebro hacia la positividad y la resiliencia? Esto dice la Clínica Mayo
Los investigadores del importante hospital indican en un artículo que aumentar la conciencia de cuándo estás atrapado en la negatividad puede ser increíblemente poderoso, pues es esta la que permite detenerte, intervenir y concentrarte en el camino más positivo.
A continuación te presentamos siete estrategias de la Clínica Mayo para fortalecer la resiliencia:
Identifica tres cosas buenas al principio o al final de tu día
No necesitas que sean grandes cosas significativas, la mayoría de las ocasiones se tienen acontecimientos positivos de magnitud moderada, como encontrar a un querido amigo, hallar un billete o una moneda en la calle, o evitar un problema.
Lo importante no es la intensidad de las experiencias, sino la frecuencia con que las reconocemos.
Este ejercicio ayuda a entrenar nuestro cerebro para que se enfoque en lo positivo. Así, bastará con dos semanas en que todos los días identifiques tres cosas buenas, ayudará a que reconozcas automáticamente esos elementos positivos.
Practica la gratitud
Pregúntate: “¿Por quién o por qué estoy agradecido?”. De igual forma no es necesario que sean cosas grandes, porque es fácil olvidar las cosas pequeñas que aprecias.
Para practicar esta habilidad de resiliencia, puedes anotar periódicamente aquello que hace sentir agradecido, o envía una carta a alguien, un correo o mensaje de agradecimiento a quien te haga sentirte así.
Prueba algo diferente
A tu cerebro le encantas las novedades, por lo que hasta los cambios en tu ruta o probar un producto nuevo, pueden tener grandes beneficios.
Pasar tiempo en la naturaleza
La naturaleza está llena de novedades, así como de cosas llenas de belleza que puedes observar, como el cielo, los patrones de la corteza de un árbol, la luz que se filtra tras la tormenta. Estas experiencias al aire libre también te ayudarán en este objetivo.
Concéntrese en lo que puede controlar
Por ejemplo, si te encuentras atrapado en el tráfico, no hay nada que puedas hacer, así que pregúntate ¿Estás en peligro? No. ¿Vas a perder un vuelo? Probablemente no. ¿Hay alguna salida que puedas tomar más adelante? Sí. ¿Es esto una tragedia o un inconveniente? Un inconveniente. ¿Importará esto dentro de 10 días? No.
Este ejercicio te ayudará a concentrarte en la mejor reacción que puedas tener en diferentes situaciones y evitar el estrés.
Fomentar las relaciones
Las relaciones importantes son esenciales para la resiliencia, pues las personas con las que conectes, que formen parte de tu círculo cercano, serán esas mismas personas las que estarán ahí cuando enfrentes los desafíos de la vida, sean grandes o pequeños.
Sea consciente
La atención plena consiste en centrarse en el momento y prestar atención, pero ser consciente es difícil. Ya que el cerebro suele dejarse atrapar fácilmente por pensamientos sobre el pasado y futuro, así como por pensamientos críticos sobre nosotros mismos y los demás.
Una manera de ejercitar tu cerebro es que en la siguiente conversación que tengas, cuando tu mente comience a distraerse o divagar, a pensar en qué dirás en respuesta, vuelve a centrar tu atención en la persona que te habla.
La Clínica Mayo apunta que no necesitas hacer todos estos cambios y ejercicios al mismo tiempo, pues puedes comenzar con algunos y poco a poco adaptarlos a tu vida, para así entrenar tu cerebro hacia lo positivo y la resiliencia.