Un grupo internacional de investigadores encontró evidencia que demuestra que el uso de los teléfonos móviles no está relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer cerebral, informó este martes The Washington Post.
En 2011, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles como “posiblemente carcinogénicas para los humanos”.
Esa conclusión, que estuvo basada en evidencia limitada proveniente de estudios de observación, hizo que se fortaleciera una creencia generalizada de que la exposición a los dispositivos electrónicos inalámbricos, que funcionan mediante radiación electromagnética de radiofrecuencia (ondas de radio), provocaba cáncer.
¿Cáncer telefónico?
Más tarde, en 2019, la OMS encargó una serie de revisiones sistemáticas, con la finalidad de evaluar los efectos de las ondas de radio en la salud humana. En un estudio recientemente publicado en la revista Environment International, se determinó que no se ha registrado ningún aumento en la incidencia de cánceres cerebrales que puedan asociarse con el uso de teléfonos móviles.
Esto aplica incluso a aquellas personas que hayan utilizado sus dispositivos por más de 10 años o quienes realizan llamadas telefónicas prolongadas. Los científicos llegaron a esa conclusión después de analizar 63 estudios epidemiológicos llevados a cabo entre 1994 y 2022, los cuales abarcaron a millones de personas en 22 países.
El profesor Mark Elwood comentó además que en la investigación se examinaron los impactos de las ondas de radio empleadas en los teléfonos móviles, televisores, monitores para bebés y radares. Por su parte, el profesor Ken Karipidis manifestó que, a pesar de seguir con su investigación, estaba seguro de que “no existe ninguna relación entre el uso de teléfonos móviles y los tumores cerebrales”.
“La exposición a las ondas de radio de la tecnología inalámbrica no supone un riesgo para la salud humana”, afirmó. El grupo asesor de la OMS ha pedido que se revalúe la clasificación de las radiaciones emitidas por los dispositivos inalámbricos, teniendo en cuenta los nuevos datos desde su anterior evaluación en 2011. La nueva revisión de la OMS será publicada en el primer trimestre del próximo año.