Cibervictimización, uso problemático de internet y nomofobia son algunos de los principales riesgos que afectan a los adolescentes. Para prevenir estas situaciones, la Universidad Internacional de La Rioja ha lanzado un programa de prevención multirriesgo con el fin de promover un uso adecuado de internet entre los menores.

Los 8 riesgos de internet para los menores

Un proyecto de investigación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha identificado y nombrado los ocho riesgos asociados al uso de Internet entre adolescentes, que son los siguientes:

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  • Ciberacoso (acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales).
  • Sexteo (envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos).
  • Ciberembaucamiento (proceso de seducción por el que un adulto se acerca a un menor por internet para conseguir que se implique en actividades sexuales).
  • Abuso online en la pareja.
  • Uso problemático de Internet.
  • Nomofobia (miedo intenso a no poder utilizar el teléfono móvil).
  • Trastorno por juegos en Internet.
  • Apuestas online.

Como resultado de esta investigación, la UNIR, en colaboración con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha lanzado un programa diseñado para prevenir estos riesgos llamado Safety.net.

“Safety.net es una herramienta con vocación de servicio y transferencia a la sociedad. Nació para dar respuesta al conjunto de evidencias que señalan que era frecuente que los menores presentaran más de un riesgo o problema al mismo tiempo. Quisimos en estos años dar una respuesta holística y diferente, que estuviera en la vanguardia de la prevención. La sociedad merece y necesita estas respuestas, no solo que les digamos cuánto de prevalentes son los riesgos y cuánto afectan a nuestros adolescentes”, explica Joaquín González-Cabrera, investigador del Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) de UNIR, coordinador de la investigación.

Los riesgos de Internet se dividen en dos categorías según el estudio: relacionales y disfuncionales.

Riesgos relacionales

Los riesgos relacionales incluyen el ciberacoso, el sexteo, el ciberembaucamiento y el abuso online en la pareja.

Por ejemplo, el ciberacoso afecta al 22,5 % de los adolescentes, mientras que el 7,9 % ha sido víctima de ciberagresión entre iguales, según datos citados por el estudio.

Riesgos disfuncionales

El uso problemático de Internet, el trastorno por juego en internet, el juego de azar online y la nomofobia constituyen los riesgos que se denominan disfuncionales.

Estos se relacionan con un uso excesivo o descontrolado de la tecnología, afectando hasta un 54,9 % de los jóvenes, según el estudio de la UNIR.

El programa

El programa Safety.net, dirigido a adolescentes de 11 a 14 años, fue testeado en 12 centros escolares de cinco comunidades autónomas donde participaron 726 adolescentes.

Estos manifestaron haber aprendido a identificar y actuar ante situaciones peligrosas, como los contactos sexuales de adultos a través de la red o las derivadas de una conexión excesiva.

A través de 16 sesiones de una hora, los participantes adolescentes del grupo de intervención mostraron mejoras significativas en el conocimiento sobre los riesgos y una reducción de comportamientos asociados en internet.

Las evaluaciones pre y post-intervención revelaron disminuciones en la cibervictimización, el abuso online en la pareja y la nomofobia.

¿Cómo funciona?

El programa consta de 16 sesiones de una hora, divididas en cuatro módulos:

  • Competencias digitales
  • Riesgos relacionales
  • Riesgos disfuncionales
  • Cambio de actitudes y pensamientos

Cada sesión contiene una actividad para interiorizar los conceptos y promover la modificación de conductas en los adolescentes. También cuenta con algunas sesiones grabadas por alumnado de la misma edad que actúan como ciberconsejos.

Los docentes reciben una formación previa para implementar el programa en el centro. Su estructura y duración permiten aplicarlo en un cuatrimestre, por lo que se trata de una herramienta psicoeducativa para integrar en los planes de acción tutorial.

Reducción de los comportamientos de riesgo

El estudio destaca que, tras la intervención con Safety.net, el grupo de adolescentes mostró una menor prevalencia en conductas de riesgo.

De hecho, el 43,8 % de los adolescentes afirmó haber tomado conciencia sobre “las conductas que pueden causar problemas cuando nos conectamos demasiado a internet, y he aprendido algunas recomendaciones para evitar estar tan enganchado”, tal y como indicaba una de las opciones del cuestionario.

Entre los resultados también se observó una reducción notable en la nomofobia y en el uso problemático de internet, cuyos riesgos afectan hasta un 26,7 % de los adolescentes. También registraron disminuciones moderadas​ el sexteo y el ciberembaucamiento.

Por otra parte, el 54,7 % de los menores manifestó haber “aprendido qué es el sexting y por qué es peligroso enviar fotos comprometidas y sexuales a otras personas”.

El 47,21 % indicó “entender mejor qué es grooming y qué puedo hacer si un adulto me chantajea”, según el estudio de la UNIR.

El grooming, según el instituto nacional de ciberseguridad (INCIBE) es una práctica en la que un adulto se hace pasar por un menor en Internet o intenta establecer contacto con niños y adolescentes que de pie a una relación de confianza, pasando después al control emocional y, finalmente al chantaje con fines sexuales.

Conclusión y futuro del programa

Los resultados del estudio sugieren que Safety.net es una herramienta que muestra mayor eficiencia cuando las instituciones educativas lo integran en sus programas tutoriales.

Aunque la investigación presenta algunas limitaciones, como la falta de aleatorización y el uso de autoinformes, se plantea la necesidad de futuras investigaciones para optimizar su implementación y evaluar su eficacia a largo plazo.

“Safety.net es un proyecto vivo y en permanente actualización para que, en unos años, abarque más riesgos, como el uso problemático de la pornografía y las redes sociales o el uso inadecuado de la inteligencia artificial. Son retos de futuro que se construyen en el presente”, explica Jessica Ortega-Barón, investigadora del grupo Ciberpsicología de UNIR y autora principal del estudio.

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