En la Cámara de Diputados, con la revisión de las leyes secundarias de la reforma judicial, cuyos dictámenes se trabajan en el Senado de la República, van saliendo los errores que el bloque mayoritario cometió al reformar con prisas la Constitución. 

Al admitir que el Legislativo tendría que hacerle una reforma a la reforma al Poder Judicial, para solventar las contradicciones que se están detectando, el coordinador parlamentario de Morena, Ricardo Monreal, confió en que esas inconsistencias puedan atenderse en la legislación reglamentaria.

“Esas aparentes contradicciones se van a resolver, obviamente existen, pero la forma de elección ahora con la ley secundaria tiene un procedimiento muy amplio para determinar todo un proceso. Y se detiene mucho la ley reglamentaria que ayer se envió, se detiene mucho en el aspecto procedimental de elección de jueces, ministros y magistrados”, respondió Monreal Ávila.

Contradicciones, no equivocaciones

El también presidente de la Junta de Coordinación Política del recinto indicó que se podría preparar una enmienda constitucional, aunque el asunto está en análisis.

“Es que eso lo vamos a resolver pronto. Por eso, con una reforma a la Constitución. Aclarando eso se va hacer. Se está viendo, se está haciendo eso, se está en estudio ahorita”, atajó.

Cuestionado respecto a si Morena reconoce que hubo errores en la aprobación de la reforma, en el intento de negarlo, afirmó que no son errores, sino “contradicciones”.

Descartó que a los legisladores no les sea posible emprender otra reforma constitucional, porque el proceso de elección judicial, técnicamente ha iniciado.

Para sostener su argumento dijo que el proceso iniciará hasta el 16 de octubre, con la emisión de la convocatoria para la elección de juzgadores, por parte del Senado de la República.

Ello, aunque el Instituto Nacional Electoral (INE) ya arrancó los preparativos de la elección.

El diputado Monreal agregó que la ceremonia protocolaria hecha en septiembre pasado por el organismo electoral, no fue el inicio del proceso de elección, sino un acto “de preparación”.

“¿No están hechos bolas ustedes?”, se le preguntó.

“Nada, nada.  Estamos con mucha claridad. No estamos hechos bolas”, cortó la declaración.

Inconsistencias constitucionales

Entre los errores notorios, está el que se cometió en los artículos 94 y 97 de la Carta Magna, referentes a la elección de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En el artículo 94, los congresistas del bloque mayoritario establecieron que la Corte, que tendrá nueve integrantes, renovará a su presidencia cada dos años, de manera rotatoria en función del número de votos que obtenga cada candidatura en la elección respectiva, correspondiendo la presidencia a quienes alcancen mayor votación.

En tanto, dejaron en el artículo 97 constitucional disposiciones que se contradicen con el artículo 94.

“Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior”.

Legislación de “mala factura”

Al respecto, el coordinador del PRI, Rubén Moreira, señaló que esas fallas muestran que haber legislado al vapor, tiene consecuencias.

En términos didácticos y utilizando un “chiste”, Moreira Valdez subrayó por qué hubo equivocaciones en la aprobación de la reforma judicial.

“Oye Pepito, porque es el clásico ¿no?, Pepito… Tres más tres, ¿cuántos son?, me dijo: ¡15, maestro! Oye Pepito, eso no es cierto y dijo: ¿qué quiere usted, rapidez o exactitud? ¡Bueno, eso es Morena, eso es Morena”, puso como ejemplo.

“Alguien les ordenó que hicieran tal cosa y ¿qué quieren ustedes, rapidez o exactitud?, ¡ese es el problema! Yo lo que le puedo decir, anoche y hoy en la mañana que la leí, es que son de mala factura, tienen una fabricación mala”, externó.

El coordinador priista dijo que hay más deficiencias en la norma, como la desaparición de la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que se pretende sustituir con una “comisión especial” o una figura distinta.

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