El mejor tenista del momento, el italiano Jannik Sinner, celebró que oficialmente acabará el año como número uno del ranking mundial imponiéndose en la Final del Masters 1,000 de Shanghái al actual número cuatro de la tabla y más veces campeón de ese torneo, el serbio Novak Djokovic.

Tras vencer por 7-6 (4) y 6-3 en una hora y 37 minutos, Sinner logró alzarse con este trofeo por primera vez y suma el séptimo título de la temporada para alcanzar un total de 17 desde que se convirtió en profesional. Además, impidió que el serbio sumara el torneo número 100 en una de sus paradas predilectas del circuito.

Todo comenzó marcado por una igualdad absoluta: los dos finalistas se mostraban implacables en sus turnos de saque y no daban opción de rotura a su rival. Ni siquiera un solo ‘deuce’. Así, la única alternativa era el ‘tie break’.

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Y fue precisamente en el desempate cuando se le empezaron a ver las costuras a Djokovic: los errores del serbio en las subidas a la red y la fiabilidad absoluta de Sinner acabaron decantando la cosa de lado del italiano.

Sinner había olido la sangre del veterano, y llegó a ponerse 0-40 en el segundo juego del segundo set. El serbio acabaría remontando para evitar el ‘break’, pero volvió a fallar en la red, sólo convirtió cinco de 11 puntos en esta faceta del juego a lo largo del partido, y acabó permitiendo que su rival le rompiera el saque.

El serbio hizo el ademán de recuperarse tras ir 4-1 abajo, pero Sinner se mantuvo firme en el momento decisivo y cerrando su victoria nada menos que con un ace.

Con esa victoria, el italiano se ganó oficialmente el honor de cerrar el año en el trono del tenis mundial, convirtiéndose en el decimonoveno jugador en lograrlo y en el primero de su país. Pese a confesarse “feliz” por haber cumplido “un sueño”, también aseguró que esto no le impediría estar “concentrado” de cara a la Final.

Sinner y Djokovic disputaron hoy su octavo duelo. Hasta ahora, el serbio había ganado en cuatro ocasiones, por tres del italiano, que consigue igualarle por fin.

Si bien esas tres victorias de Sinner se produjeron en los últimos cuatro enfrentamientos entre ambos, la única que había logrado Djokovic en ese período fue precisamente en la única final que habían disputado hasta ahora: la de las ATP Finals de Turín del año pasado, con resultado favorable al serbio por 6-3 y 6-3.

Al acceder a la Final, Djokovic buscaba el trofeo número 100 de su carrera y su quinto en Shanghái tras los de 2012, 2013, 2015 y 2018. Al serbio, que mantiene un largo idilio con los aficionados chinos, le sigue con tres títulos el británico Andy Murray, el cual colgó la raqueta este mismo año.

Las gradas de la pista central de Qizhong estuvieron repletas de banderas serbias, y muchos aficionados chinos llegaron a cantarle “¡Vamos, ‘Nole’!” en serbio.

La locura entre el público no hizo sino aumentar cuando se vio quién estaba viendo el partido: en la pista, el actual número uno y el tenista que más tiempo ha pasado en lo alto de la tabla en la historia. Y en el palco de honor, el legendario Roger Federer, flanqueado por dos españoles que saben lo que es paladear el trono del tenis mundial, Carlos Alcaraz y su actual entrenador, Juan Carlos Ferrero.

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