Las negociaciones para el aumento al salario mínimo en 2025 ya están en marcha y se estima que el incremento será de 12%, el menor aumento nominal desde 2018, pero casi tres veces la inflación anual vigente, y si bien irá cerrando más la brecha de poder adquisitivo en México, también puede elevar la informalidad y la inflación, advirtió el gestor de activos Franklin Templeton.
La institución financiera señaló que si bien el ajuste al salario mínimo es menor que en años anteriores, sigue cerrando la brecha en el poder adquisitivo, una pérdida que se arrastra desde 1983. Si esta tendencia continúa, la brecha podría desaparecer para 2027.
Esto es, un salario mínimo en 2027 podría ser equivalente al salario mínimo de 1983 en términos de poder adquisitivo”, precisó en un análisis.
Sin embargo, apuntó el gestor de activos, es importante destacar el reto de que los empleos sigan aumentando dentro de la economía formal, pues ante la desaceleración económica que se ha observado en los últimos trimestres, el aumento al salario mínimo podría incentivar el empleo en el sector informal.
Explicó que desde que el Inegi comenzó a publicar esta estadística, el empleo informal ha crecido a una mayor tasa en 10 de los 19 años disponibles; es decir, en más del 50% de los casos.
“De aquí la relevancia de políticas públicas que impulsen el crecimiento económico y fomenten la creación de empleos formales, en particular con el actual fenómeno de relocalización de empresas (nearshoring), apuntó.
Franklin Templeton añadió que el riesgo inflacionario implícito en el aumento de salarios ha ido incrementando año tras año, ya que cada vez más puestos de empleo se ven afectados por estos incrementos, y aunque la inflación anual ha mantenido una tendencia a la baja, la Junta de Gobierno de Banco de México tendrá que monitorear de cerca el impacto, con la expectativa de un efecto contenido para continuar con su ciclo de reducción de tasas de interés.