Fuerzas estadounidenses atacaron este miércoles cinco instalaciones subterráneas de los hutíes en territorio de Yemen, en las que supuestamente se almacenaban componentes de armas utilizadas en ataques contra buques en la región, anunció el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin.

Según sus palabras, el ataque, en el que participaron bombarderos estratégicos furtivos B-2 Spirit, fue ordenado por el presidente Joe Biden con el fin de debilitar aún más las capacidades de los hutíes y defender a las fuerzas y al personal estadounidenses que se encuentran en la zona.

“Fue una demostración única de la capacidad de EE.UU. para atacar instalaciones que nuestros adversarios tratan de mantener fuera de nuestro alcance, sin importar a qué profundidad estén enterradas, reforzadas o fortificadas”, declaró, subrayando que el uso de los B-2 Spirit también “demuestra la capacidad de EE.UU. para llevar a cabo ataques globales contra estos objetivos cuando sea necesario, en cualquier momento y en cualquier lugar”.

Austin afirmó que Washington “no dudará en tomar medidas para defender las vidas y los activos estadounidenses; para disuadir los ataques contra civiles y nuestros socios regionales; para proteger la libertad de navegación y aumentar la seguridad en estas vías navegables para los buques estadounidenses, de la coalición y mercantes”.

Los hutíes llevan meses atacando embarcaciones en la zona del mar Rojo, incluyendo naves de EE.UU., Reino Unido e Israel, como protesta contra las acciones de Tel Aviv en la Franja de Gaza, y prometen seguir con esas operaciones militares hasta que el país hebreo cese la agresión y el asedio contra el enclave palestino.

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