La presidenta Claudia Sheinbaum dijo en su conferencia matutina que lamentaba el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas y que se analizará si es necesario que la Fiscalía General de la República debe atraer el caso, pero optó por ser escueta para no especular y se negó a hablar sobre el tema de la violencia. “Otro día”, pidió.
“El día de ayer la Secretaría de Gobernación estuvo en comunicación tanto con el gobierno estatal como con la diócesis y con las autoridades eclesiales, y estamos coordinándonos para poder avanzar en la investigación y que este crimen no quede impune”, aseguró.
Agregó que el secretario de Seguridad Pública y Seguridad Pública, Omar García Harfuch, está en contacto con el gobernador Rutilio Escandón.
Interrogada por una reportera sobre qué le diría a la población de Chiapas, dijo que se trabaja con el actual gobernador como con el entrante, Eduardo Ramírez, en la “intervención social de apoyo de atención a las causas y por otro lado pues de investigación e inteligencia para poder hacer las detenciones, entonces se está trabajando en ese estado como en otros”.
Después le preguntaron respecto a las denuncias que el párroco había hecho sobre la violencia en Chiapas, el desplazamiento de indígenas y el surgimiento de grupos de autodefensa, como también cuál era su diagnóstico sobre lo que ocurría en la entidad, a lo que respondió a la prensa que si gustaban, otro día hablaban del tema.
Señaló que la estrategia para cada entidad es distinta y dijo que en algunas se tiene que entrar con más fuerza con la atención social y en otras con las detenciones. Puso como ejemplo que Guanajuato es el estado con más homicidios y según el mes le siguen otras entidades como Chihuahua, Estado de México y, a veces, Baja California.
Ayer por la mañana, el sacerdote Marcelo Pérez fue asesinado por dos sicarios en motocicleta al salir de oficiar una misa en San Cristobal de las Casas, Chiapas, por lo que la Fiscalía General del Estado informó que dio comienzo a las investigaciones para encontrar a los responsables.
El crimen desató una indignación transversal en el país y en la sociedad en particular, así como entre autoridades de gobierno y organismos nacionales e internacionales.