Los expertos en vacunología se encuentran ante un nuevo paradigma que supera la acción preventiva de las vacunas para adentrarse en la cura de patologías no infecciosas, un enfoque expuesto en el reciente Congreso de la Asociación Española de Vacunología (AEV), donde también se ha expresado la preocupación por los determinantes sociales y el papel de la comunicación en la aceptación de las vacunas.

El futuro de las vacunas

Los especialistas observan que el futuro de las vacunas ya pasa por curar enfermedades, además de prevenirlas.

“En un futuro no muy lejano las vacunas tratarán y curarán enfermedades no infecciosas. Estamos ante un cambio de paradigma: serán vacunas terapéuticas, que curen, no sólo que prevengan enfermedades. Esta realidad también nos abre la puerta a la creación de vacunas personalizadas”, afirma el director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas de Málaga, Fernando Fariñas.

Las investigaciones más avanzadas se centran en tres campos de las patologías no infecciosas:

  • Vacunas para curar enfermedades autoinmunes (como la esclerosis múltiple).
  • Determinados tipos de cáncer (como páncreas, melanoma o pulmón).
  • Enfermedades neurológicas como alzhéimer, párkinson o la demencia con cuerpos de Lewy.

Actualmente hay en marcha más de 300 ensayos clínicos en todo el mundo que se centran en este enfoque terapéutico de las vacunas. En España los ensayos están orientados a la cura del cáncer de pulmón y el melanoma.

Aun así, Fernando Fariñas añade que es muy probable que ninguna de estas vacunas tenga completados todos los ensayos clínicos antes del año 2030. Además, advierte que hay que ser precavidos porque muchas de las investigaciones se suelen quedar en el camino.

Grandes avances

La tecnología “ARN mensajero” se ha utilizado en algunas vacunas frente a la COVID-19, lo que ha generado más interés y financiación.

Esta técnica consiste en usar material genético que, una vez inyectado, manda información a las células para que fabriquen una proteína, que despierta la respuesta inmunitaria contra el tumor, que las atacará sin dañar las células sanas.

Entre sus ventajas destaca también que consiste en un tratamiento menos agresivo que otros enfoques más tradicionales, como las quimioterapias o las radioterapias. Además, la eficacia de estas vacunas aumentará si puede aplicarse en estadios tempranos de la enfermedad.

Las vacunas personalizadas

Esta tecnología terapéutica basada en el ARN mensajero, que todavía está en fase de desarrollo, aplica las proteínas propias del tumor, lo que permite esta personalización del tratamiento.

“Los tumores expresan proteínas y estas pueden ser específicas de un determinado tipo de cáncer y aparecer, por lo tanto, en todas las personas que lo padecen, pero si hay pacientes en los que se expresa otra proteína diferente, que no aparece en los demás, podremos crear vacunas con sus proteínas para combatir su tumor: estamos hablando de vacunas personalizadas”, explica Fariñas.

Los ensayos que se están llevando a cabo demuestran también que la eficacia de este sistema de vacunación se ve altamente incrementada si se usa de forma combinada con la inmunoterapia.

La vacunación no es una cuestión de creencia sino de ciencia

Durante el Congreso, la Asociación Española de Vacunología recalcó que es vital concienciar a los profesionales sanitarios y a la población general de que las vacunas están y deben estar presentes en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la madurez.

Los especialistas declararon que es necesario fomentar la cultura vacunal, acompañar a los pacientes en su proceso de vacunación y continuar divulgando que las vacunas son los medicamentos más seguros que existen.

“La vacunación no es una cuestión de creencia, sino de ciencia. Las vacunas nos han salvado de la Covid-19, resolvieron el problema de la polio y erradicaron la viruela, y no debemos olvidarlo”, ha explicado Rosario Cáceres, copresidenta del Comité Organizador del XII Congreso de la AEV.

Por ello, Rosario Cáceres ha subrayado que las vacunas han de ser entendidas como un hábito de vida saludable más, al igual que hacer ejercicio o cuidar la alimentación.

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