En un artículo de opinión publicado el miércoles, Politico enumeró los adversarios políticos de los que Donald Trump podría vengarse a su regreso a la Casa Blanca.

“Durante años, Trump ha salpicado sus discursos y publicaciones en las redes sociales con llamamientos vengativos a que sus oponentes políticos, sus críticos y numerosos miembros de los medios de comunicación sean procesados, encarcelados, deportados y hasta ejecutados. En las últimas semanas de la campaña de 2024, elevó esas promesas de represalias a un tono febril”, escribió el medio.

El actual presidente, Joe Biden, encabeza junto con miembros de su familia los pronósticos de Politico. Les siguen la vicepresidenta, Kamala Harris, el exmandatario Barack Obama, la exsecretaria de Estado y rival de Trump en las elecciones de 2016, Hillary Clinton, y la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, entre otros personajes de la política estadounidense.

Politico recuerda que Trump ha llamado frecuentemente “corrupto” a Biden, y que en junio volvió a publicar en Truth Social un mensaje en términos de que debería ser “arrestado por traición”. En un mitin de campaña celebrado en septiembre en Pensilvania, el ahora presidente electo afirmó asimismo que Harris “debería ser destituida y procesada” por su política migratoria. 

Trump reposteó en agosto un mensaje en Truth Social en el que pedía “tribunales militares públicos” para juzgar a Obama. Antes, ya en 2016, pidió “encerrar” a Hillary Clinton, y en varias ocasiones dijo que Pelosi debería ser procesada, señala Politico.

Según las estimaciones de ese medio, Trump también prestará especial atención a la familia Biden, especialmente a Hunter, hijo del mandatario. El medio cita como ejemplo unas palabras de Trump del año pasado: “Cuando vuelva a la oficina, voy a nombrar a un verdadero fiscal especial para investigar cada detalle de la familia del crimen, de la corrupción Biden”.

El medio subraya al final de su artículo que Trump también ha pedido medidas severas (hasta la encarcelación) para periodistas, incluidos los de Politico, que se nieguen a identificar a sus fuentes.

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