El mejor domingo de su vida tuvo el día de ayer la ingeniera Rocío Nahle García, después de tomar posesión como gobernadora de Veracruz en el congreso del estado, rodeada de tres mujeres entre las que destacaba la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta de México. 

Rocío Nahle tuvo el acompañamiento de las figuras más notorias del sistema político en el poder nacional. Gobernadores, funcionarios y políticos afines al régimen, acompañaron y acuerparon a la primera mujer que se convirtió en gobernadora de Veracruz desde el día de ayer y hasta el 30 de noviembre de 2030.

Después del evento de asunción que comenzó a las once horas, la ejecutiva estatal se trasladó a la Plaza Lerdo a dar su primer mensaje en el cargo. Exultante, con una buena imagen y rebozando optimismo, habló de los 80 compromisos que ha hecho para esta entidad federativa, anunciando y recalcando que “a partir de hoy Veracruz está de moda”.

Miles de espectadores coreaban “Veracruz” y aplaudían cada uno de los anuncios en materia de obra, agricultura, ganadería, turismo, desarrollo económico y atención a la sociedad. Al terminar su discurso, el grupo Tlen Huicani interpretó el son de “La Bamba”.

Se percibe que los veracruzanos apoyan de manera generosa y esperanzada a la primera mujer que ocupará la silla principal del palacio de gobierno de Veracruz. Hasta el momento, los cargos más importantes los han recibido personas con trayectoria y buena imagen, como son los casos de las secretarías de gobierno, seguridad pública, cultura, educación y la oficina del programa de gobierno. 

La sociedad considera que Rocío Nahle desea dejar la mejor impresión como gobernante y como ciudadana veracruzana por adopción desde hace 35 años que llegó de Zacatecas recién egresada de la universidad, para laborar en los complejos petroquímicos de la zona de Coatzacoalcos, donde estableció su domicilio y contrajo matrimonio con el ingeniero José Luis Peña Peña, procreando a sus hijas Rocío y Tanía. 

Nahle García puede dejar una grata impresión a sus conciudadanos tan sólo con cumplir cabalmente la mitad de los compromisos que enunció en su mensaje. Su programa es bastante ambicioso y positivo, y de lograrlo, fácilmente hará olvidar a los últimos tres predecesores: a un exgobernador pésimo que cumple condena, a otro simulador que estuvo dos años únicamente ondeando una bandera con el nombre de Duarte y a un pobre payaso bailarín de poca o mucha monta, pero que ignoró y despreció las obligaciones legales de un gobernador, establecidas en la Constitución Política del Estado de Veracruz.

Ojalá y que, en efecto, Rocío Nahle, pueda posicionar a Veracruz como el lugar de moda y como emergente modelo de estabilidad, tranquilidad y crecimiento en materia de seguridad pública, generación de empleos bien pagados, bienestar y combate a la pobreza. 

Los veracruzanos la apoyan y creen en ella y en su capacidad constructiva y de servicio al bien común.    

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