Cientos de indígenas tzotziles en Chiapas, estado de la frontera sur de México, celebraron este martes la Navidad con rituales, danzas y ceremonias ancestrales para rendir culto a la naturaleza y los ciclos agrícolas.

Ataviados en sus trajes tradicionales, los pobladores de San Juan Chamula recibieron el nacimiento de Jesucristo con una festividad que combina elementos católicos y prehispánicos, que preserva costumbres espirituales que datan de siglos atrás.

Fernando Torres García, antropólogo investigador de la cultura tzotzil, explicó a EFE que esta celebración es una forma especial de rendir culto a la naturaleza, además de representar el fin de un ciclo agrícola.

“La Navidad es muy importante porque es el final del año, es el nacimiento de un personaje muy importante para la costumbre local, que es Yajvalel Vinajel, en español significa el Dueño del Cielo, representado por Jesús, San Mateo, y el señor de Esquipulas», comentó el antropólogo.

En San Juan Chamula, una localidad donde predomina el catolicismo desde 1522 a la fecha, aún preservan tradiciones indígenas, por lo que pobladores y mayordomos (personajes con cargos religiosos) se preparan con cantos, danzas y comida durante nueve días hasta el 24 de diciembre para recibir un nuevo Sol y el nacimiento de Jesús.

“En estas celebraciones es muy exacerbada la forma en que se adornan los altares, vemos todos los elementos de la naturaleza, las flores, vemos en especial el tejocote (fruito endémico de México) que adorna a través de collares todos los cuellos de los santos de madera», abundó el antropólogo Torres.

Xun Tuxum, indígena tzotizl de San Juan Chamula y mayordomo del niño Jesús, dijo a EFE que la evangelización se unió con lo prehispánico.

“Muchos pensaron, los que estaban evangelizados, que la historia de Jesús era importante, pues era el rey del universo, y eso para nosotros es algo importante para la vida del ser humano, entonces ahí agarraron esa idea», expuso.

Nueve días antes del 24 de diciembre, mujeres ataviadas con el traje tradicional danzan por las tardes y rezan a la Virgen del Rosario.

El día glorioso del nacimiento se anuncia con sonidos de silbatos y el repique de campanas, para luego iniciar una procesión nocturna, donde se escucha la música tradicional y cohetes con las noticias de la llegada del niño Jesús.

«Siempre me pareció maravilloso, es el anuncio de que ya nació el niñito Jesús, hacen sonar unos silbatos de plástico que suenan antes de medianoche, es el momento que uno sabe que ya nació», describió Enriqueta Pérez, pobladora de San Juan Chamula.

También existe un personaje que sale a gritar el género del recién nacido y la fiesta termina con un brindis por la continuidad de sus tradiciones y las costumbres mayas, así también por que se termine la violencia en el mundo. 

EFE

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