Gabriela Borrayo Sánchez, especialista en cardiología por la UNAM y creadora del “Código Infarto” dice que las enfermedades del corazón encabezan las principales causas de muerte en México.

Experta de la UNAM dice que los primeros 60 minutos de un infarto son cruciales.

Gabriela Borrayo Sánchez, especialista en cardiología por la UNAM, y creadora del “Código Infarto”, una estrategia del IMSS, que ya ha sido retomado por otras entidades de salud, remarcó que con esta respuesta, en los hospitales se puede detectar oportunamente un infarto agudo del corazón.

La experta de la UNAM apuntó que en cifras oficiales del 2023 las enfermedades del corazón encabezan las principales causas de muerte en México, con 189 mil 210 casos ese año.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que en las naciones con ingresos medianos y bajos se dan más de tres cuartas partes de los fallecimientos relacionados con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares; además, advierte que la exposición a productos relacionados con el tabaco es responsable de 10 por ciento de las muertes ocasionadas por padecimientos cardiovasculares.

Importante un diagnóstico certero

Un diagnóstico certero ante un infarto puede derivar en un “tratamiento de reperfusión con angioplastia primaria (restablecimiento rápido y sostenido del flujo coronario) en los primeros 90 minutos; o terapia fibrinolítica (administración de medicamentos a fin de disolver el coágulo y restaurar el flujo sanguíneo) en la primera media hora tras su ingreso a los servicios de urgencias”, agregó la investigadora.

“Si una persona empieza a sentirse mal, tiene dolor de pecho, le falta aire o se desmaya, es preciso llevarla a urgencias donde se le aplicará el protocolo, que comienza con un diagnóstico realizado en menos de 10 minutos y que implica la toma de un electrocardiograma para corroborar o descartar un infarto. De confirmarse, personal médico capacitado elegirá la mejor estrategia para destapar la arteria coronaria responsable del evento (la que envuelve al corazón), pues ahí suele haber grasa acumulada y un coágulo”, alertó Borrayo Sánchez, también secretaria general de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Si el hospital tiene sala de hemodinámica –detalló– se empleará un mecanismo especial que opera mediante un catéter y una malla o stent a fin de mantener la arteria abierta, y si no hay uno de estos espacios se suministrará un fármaco para deshacer el coágulo que obstruye el flujo sanguíneo. A veces se recurre a una estrategia combinada, primero el medicamento y después el stent en menos de 24 horas. 

Cruciales los primeros 60 minutos

Borrayo Sánchez, recalcó que los primeros 60 minutos luego de un infarto son cruciales y por ello se les conoce como “la hora dorada”. Para recibir atención en ese lapso es preciso saber qué hospitales cuentan con Código Infarto, lo cual puede llevarse a cabo desde la aplicación IMSS Digital.

“El beneficio se extiende hasta las primeras 12 horas tras el inicio de los síntomas, pero conforme pasa el tiempo es progresivamente menor”.

De acuerdo con el organismo internacional, los síntomas podrían ser diferentes si el paciente es masculino o femenino, pero suelen manifestarse como dolor, angina de pecho, falta de aire, entumecimiento, debilidad o frío en las piernas o brazos, y malestar en cuello, mandíbula, garganta, abdomen superior o espalda. En jóvenes, mujeres, diabéticos y adultos mayores se pueden dar de forma atípica como falta de aire, sudor frío o desmayo.

La especialista en cardiología resaltó que las causas de estas afectaciones son factores de riesgo asociados al estilo de vida, como la mala alimentación, poco ejercicio o carga genética (frecuente en Latinoamérica), así como enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto, que van en aumento en nuestro país. 

Hábitos alimenticios saludables, actividad física regular e ir con regularidad al médico reducen el riesgo de un infarto en el corazón; “durante la pandemia por COVID-19 se incrementó el número de muertes por enfermedades cardiovasculares, al pasar de cerca de 160 mil a 250 mil, lo cual representa una de las mayores tasas de mortalidad por cada 100 mil habitantes”, destaca tras explicar como se puede detectar oportunamente un infarto agudo al corazón, según la UNAM.

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