Al finalizar la oración del Ángelus dominical, el Papa expresó su cercanía a todos aquellos “que sufren a causa de los conflictos y la violencia en el mundo”, desde las personas que se encuentran en la frontera entre Tailandia y Camboya, hasta quienes viven en el sur de Siria y, por supuesto, en Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima.

Asomado desde el estudio del Palacio Apostólico, León XIV renovó su “sincero llamamiento al alto el fuego, a la liberación de los rehenes y al pleno respeto del derecho humanitario”. A continuación, se dirigió “a las partes en todos los conflictos”:

Toda persona humana tiene una dignidad intrínseca que le ha sido conferida por Dios mismo: exhorto a las partes implicadas en todos los conflictos a reconocerla y a poner fin a las acciones contraria a ella. Exhorto a negociar un futuro de paz para todos los pueblos y a rechazar todo lo que pueda perjudicarlo. Encomiendo a María, Reina de la paz, las víctimas inocentes de los conflictos y los gobernantes que tienen el poder de ponerles fin.

Los enfrentamientos entre Tailandia y Camboya y el drama de Gaza

Refiriéndose a los enfrentamientos en la frontera entre Tailandia y Camboya, León XIV aseguró su oración “especialmente por los niños y las familias desplazadas. Que el Príncipe de la Paz inspire a todos a buscar el diálogo y la reconciliación”. Asimismo, aseguró su oración “por las víctimas de la violencia en el sur de Siria”.

Sigo con gran preocupación la gravísima situación humanitaria en Gaza, donde la población civil está aniquilada por el hambre y sigue expuesta a la violencia y la muerte. Renuevo mi sincero llamamiento al alto el fuego, a la liberación de los rehenes y al pleno respeto del derecho humanitario.

A continuación, el Pontífice miró hacia la nueva cabina de los medios de comunicación vaticanos situada frente a él, en el Brazo de Carlomagno, y dijo:

Saludo a Radio Vaticana/Vatican News que, para estar más cercana a los fieles y peregrinos durante el Jubileo, ha inaugurado junto con L’Osservatore Romano, una pequeña sede bajo la columnata de Bernini. Gracias por el servicio en tantos idiomas, que lleva la voz del Papa al mundo. Y gracias a todos los periodistas que contribuyen a una comunicación de paz y de verdad.

El saludo a los jóvenes llegados para su Jubileo

El Papa León XIV se dirigió luego a los jóvenes de tantos países llegados a Roma para el Jubileo de los Jóvenes, que comienza el 28 de julio. Hablando en inglés, saludó a los fieles de Kearny (Nueva Jersey), al grupo Catholic Music Award, a la EWTN Summer Academy y todos los jóvenes peregrinos que han llegado a Roma para su Jubileo. El mismo deseo lo expresó a los jóvenes peregrinos de lengua española, hablando en español:

Saludo con especial afecto a los jóvenes provenientes de diferentes países, reunidos en Roma para el “Jubileo de los Jóvenes. Espero que sea para cada uno ocasión para encontrar a Cristo y ser fortalecidos por Él en la fe y en el compromiso de seguirlo con coherencia.

La tradición de la Virgen “Fiumarola”

Y, por último, recordó que esta noche tendrá lugar la procesión de la Virgen “Fiumarola” por el Tíber:

¡Que los participantes en esta hermosa tradición mariana aprendan de la Madre de Jesús a practicar el Evangelio en la vida cotidiana!

La V jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores

El Santo Padre recordó además la celebración hoy de la V jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que tiene como tema “Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza”, y exhortó:

Veamos a los abuelos y a los mayores como testigos de esperanza, capaces de iluminar el camino de las nuevas generaciones. No los dejemos solos, sino que unámonos a ellos en una alianza de amor y oración.

Dios nunca nos vuelve la espalda

León XIV recuerda cuánto se fortalece, precisamente recurriendo con confianza al Padre, el reconocimiento de ser “hijos amados” por un amor grande. Y reafirma, entonces, una certeza:

Dios nunca nos vuelve la espalda cuando acudimos a Él, ni siquiera cuando llegamos tarde a llamar a su puerta, quizá después de haber cometido errores, omisiones, fracasos; ni siquiera cuando, para acogernos, debe “despertar” a sus hijos que duermen en la casa. Es más, en la gran familia de la Iglesia, el Padre no duda en hacernos a todos partícipes de cada uno de sus gestos de amor.

El Señor nos escucha siempre cuando rezamos

El Papa León asegura que no hay falta de respuestas a las súplicas de quienes piden ayuda, sino que hay un misterio que supera el límite humano:

El Señor nos escucha siempre cuando rezamos, y si a veces nos responde con tiempos y modos difíciles de comprender, es porque obra con una sabiduría y una providencia mayores, que van más allá de nuestra comprensión. Por eso, aun en esos momentos, no dejemos de rezar con confianza, en Él encontraremos siempre luz y fortaleza.

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