Desesperados y urgidos por levantar la imagen de Rocío Nahle, desde el gobierno de Veracruz, acompañado de un grupo de aduladores, promotores a sueldo y alguno que otro despistado, en modo “nado sincronizado”, están dedicados desde el fin de semana, y a mayores este lunes, a promover un audio titulado “Juntos estamos avanzando”.
En el clip se acompaña una imagen de cuarta y se escucha la voz de la ingeniera Rocío Nahle diciendo frases hechas y sin inventiva como: “Veracruz está de moda… vamos a avanzar, sobre todo y contra viento y marea”. Como si eso fuera el método más eficaz para resolver los graves problemas del estado.
La clara acción defensiva de sus “asesores”, si es que los hay, aunque esto último es lo menos importante si se considera que cuando hay cualidades innatas todo fluye de mejor manera, hace recordar la máxima: “Lo que natura no da Salamanca no presta.”
Así que este tipo acciones sólo evidencian el grave deterioro político que sufre la gobernadora de Veracruz en su primer año de gobierno (8 meses), tanto en México como en la entidad. Ya sea por su falta de acciones, incontinencia verbal, eficiencia cero o su ausencia de prudencia.
Rocío Nahle, la gobernadora con la menor aceptación en todo México
Veracruz ha sido ubicado en el último lugar del ranking de aprobación de gobernadores, con contexto de violencia y crisis política según la encuesta de Demoscopia Digital de julio de 2025, reconocida con el premio “Mejor Casa Encuestadora” en América Latina (Reed Latino Awards, 2020–2023).
En el texto que circula sobre ese ranking se lee: “La combinación de una crisis de violencia persistente, con homicidios públicos y motines, junto con escándalos políticos y denuncias de corrupción, ha erosionado la confianza en la gestión de Nahle. Su narrativa de resultados prometidos no ha convencido a un electorado golpeado por los hechos, y su comunicación pública ha sido percibida como minimizadora o defensiva, profundizando el descontento.”
En ese estado de cosas, la gobernadora Rocío Nahle apenas y alcanza el 39.7 % de aceptación y ocupa el último lugar de la tabla de gobernadores. En esa misma encuesta se observa que el gobernador de Sinaloa Alfonzo Durazo ocupa el primer lugar con 69.2% de aprobación, seguido por la gobernadora de Aguascalientes Teresa Jiménez con el 68.5 % y en tercer lugar al mandatario poblano Alejandro Armenta con el 67.7%.











