A poco más de un año del inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum, la promesa de combatir la corrupción se mantiene como uno de los ejes discursivos de la llamada Cuarta Transformación. Sin embargo, los escándalos que han tocado a funcionarios, aliados y estructuras del partido Morena, abren dudas sobre la profundidad y consistencia de esta lucha.
Mientras la presidenta presume acciones concretas como detenciones por contrabando de combustibles y denuncias contra instituciones financieras públicas, persisten los señalamientos de impunidad, selectividad en la justicia y desgaste en la credibilidad del partido gobernante.
Casos emblemáticos: de redes de huachicol fiscal a Pemex
El golpe más reciente y sonado ocurrió en septiembre, cuando el gobierno federal detuvo a 14 personas, entre empresarios, funcionarios aduanales y elementos de la Marina, acusados de operar una red de contrabando de combustibles, conocido como *huachicol fiscal*. De acuerdo con autoridades, el esquema generaba pérdidas millonarias al erario, y sus vínculos alcanzaban incluso a estructuras del crimen organizado.
Según una encuesta publicada por *El País*, un 70 % de la ciudadanía respalda estas acciones, viéndolas como muestra de que el gobierno va en serio contra la corrupción. No obstante, algunos analistas advierten que este respaldo puede diluirse si los procesos no terminan en sentencias.
En paralelo, se han revelado nuevas investigaciones sobre contratos irregulares en Pemex. Una red de empresas vinculadas a sobornos habría operado durante sexenios anteriores, pero los contratos continuaron en los primeros años de la administración actual. La presidenta Sheinbaum ha declarado que “esos contratos no se llevaron a cabo”, aunque el caso sigue abierto y ha alcanzado repercusiones internacionales.
Denuncias, impunidad y críticas internas
En sus conferencias matutinas, Sheinbaum ha denunciado que la Fiscalía General de la República (FGR) no ha emitido órdenes de aprehensión en varios de los más de 5,000 casos penales presentados por el SAT en los últimos cinco años, muchos de ellos por evasión fiscal, facturación falsa y corrupción administrativa.
“No es solo presentar denuncias, necesitamos respuestas de la fiscalía”, dijo la mandataria en junio pasado, en una crítica velada al fiscal Alejandro Gertz Manero.
La ciudadanía ha comenzado a mostrar escepticismo. Aunque la imagen personal de Sheinbaum mantiene altos niveles de aprobación, el partido Morena enfrenta una caída en la confianza ciudadana. Las recientes encuestas reflejan una disminución del respaldo hacia el partido, especialmente entre jóvenes y sectores urbanos que habían apoyado su proyecto en 2018 y 2024.
La sombra de Cuauhtémoc Blanco y la polémica en Morelos
Uno de los casos más controversiales fue la solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos y actual diputado federal. Acusado de intento de violación y presuntos vínculos con el crimen organizado, el Congreso desechó la solicitud entre protestas ciudadanas. Sheinbaum defendió la decisión al calificar de “corrupto” al fiscal que impulsó la denuncia.
El mensaje fue claro: el aparato judicial no es confiable, y muchas acusaciones pueden estar motivadas políticamente. Sin embargo, esa narrativa también ha servido para desacreditar señalamientos internos que han surgido dentro de Morena.
“La corrupción es deslealtad” dijo Sheinbaum enfrente de Rocío Nahle
Ayer, Sheinbaum, en el evento de la Armada de México, celebrado desde el Puerto de Veracruz, donde gobierna la morenista Rocío Nahle, acusada gravemente de corrupción, además de que no es querida por los veracruzanos, la mandataria advirtió que “La corrupción es deslealtad. Por eso no puede tener cabida en nuestras instituciones y por eso debe de sancionarse con firmeza y al mismo tiempo enaltecer la honestidad como principio de vida”, aseguró.
Los señalamientos ocurren a semanas de darse a conocer lo que se considera el mayor acto de corrupción en la historia de México, conocido como el “huachicol fiscal” que involucra a varios marinos y cuyas investigaciones señalan a políticos del sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, como a los sobrinos del ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán.
Sheinbaum dará su primer informe de gobierno en el zócalo de la Ciudad de México enmarcado por los escándalos de corrupción y la violencia que azota a varios estados del país como Sinaloa, que mantiene una guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa.
A esto se le suman las desapariciones, homicidios, falta de medicamentos y señalamientos de Estados Unidos para funcionarios de la administración morenista como el de Hilda Araceli Brown Figueredo, diputada de Morena y exalcaldesa de Rosarito por apoyar a la facción de “Los Mayos” del cártel de Sinaloa.
Los escollos del primer año de gobierno de la primera presidenta de México incluyen las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) relacionados con el “huachicol” fiscal, presuntamente dirigido por mandos de la marina, entre ellos dos familiares de Rafael Ojeda Durán, ex secretario de Secretaria de Marina (Semar) durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Las investigaciones integradas en la carpeta de investigación FED/FEMDO/FEITA-TAMP/000464/2025, han llevado, por el momento, al señalamiento directo en contra de 14 personas, entre ellos elementos de la Semar, por el “huachicol” fiscal, a través del cual en puertos marítimos se ingresaban a México hidrocarburos disfrazados de aceites. Hasta el momento, el Ministerio Público federal ha solicitado más de 100 órdenes de captura en contra de funcionarios y civiles.
El informe que dará la mandataria en el primer cuadro de la capital, también incluye las investigaciones contra Hernán Bermúdez Requena, ex secretario de Seguridad de Tabasco, durante el gobierno de Adán Augusto, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) en el sexenio anterior y actual coordinador de Morena en el Senado.
El tabasqueño Adán Augusto, considerado por Andrés Manuel López Obrador como su “hermano y amigo”, también forma parte de la lista de funcionarios señalados por su gestión como funcionarios. Adán no ha explicado de dónde provienen más 79 millones de pesos que supuestamente obtuvo por servicios profesionales entre los años 2023 y 2024. El funcionario, al ser cuestionado respondió: “ahora resulta que el pato mayor le tira a las escopetas”.
Los lujos de algunos miembros de Morena, el partido gobernante
Otro de los escándalos que sacude al partido gobernante son los lujos de diversos secretarios, legisladores y de Andy López Beltrán.
Morena, el partido que suele recitar “por el bien de todos, primero los pobres”, pero que actualmente disfruta de riqueza al hospedarse en hoteles de lujo en el extranjero y vistiendo ropa cara, como lo hizo el secretario de Organización Andy López Beltrán, quien vacacionó Julio en Japón y fue captado en un hotel de lujo junto a Daniel Asaf, otro integrante del Clan”.
El hijo del expresidente López Obrador argumentó que decidió salir de vacaciones con sus propios recursos “luego de extenuantes jornadas de trabajo”, información que habría proporcionado a la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde.
Pero no sólo las vacaciones son de lujo en Morena, también la ropa, el calzado y los relojes, como los que usa el expresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna.
Los Zapatos de diseñador, relojes de lujo y un guardarropa valuado en millones de pesos contrastan con el llamado presidencial a la austeridad. El diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna se ha desmarcado del discurso de “justa medianía” que impulsa el oficialismo, según revela un recuento del periodista Jorge García Orozco difundido en su cuenta de la red social X.
En distintas fotografías publicadas en sus propias redes sociales, el expresidente de la Cámara de Diputados aparece portando prendas, lentes, relojes, chamarras y calzado de marcas de lujo.
Uno de sus calzados llamativos son unas botas de la firma italiana Marsèll, con un valor comercial de 19 mil 453 pesos, equivalentes a más de 70 salarios mínimos diarios. El morenista también ha sido captado usando zapatos de la marca Dolce & Gabbana, cuyo precio representa el equivalente a 64 días de salario mínimo.
Para combinar con los colores de su partido, Gutiérrez Luna ha usado sneakers guinda de la marca Balenciaga, valuados en 17 mil pesos.
Su gusto por el lujo no se detiene en el calzado. Al igual que su esposa, la diputada Diana Karina Barreras, también ha sido visto con relojes de alta gama, como un modelo Corum Admiral, cuyo precio ronda los 185 mil pesos, casi dos años de salario mínimo.
Todo esto contrasta con los llamados públicos a la austeridad hechos por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha insistido en que los funcionarios y representantes del partido vivan conforme al principio de “justa medianía”.
Reforma judicial y concentración de poder
La administración ha impulsado reformas para que jueces y magistrados sean electos por voto popular, una medida que, según el gobierno, busca “limpiar al Poder Judicial”. Sin embargo, expertos y organizaciones civiles han advertido que esta reforma podría aumentar la politización del sistema judicial, en lugar de fortalecer su independencia.
Los primeros nombramientos, cercanos al oficialismo, ya han generado inquietudes sobre una posible cooptación institucional.
Entre discursos y realidades
Aunque Sheinbaum ha sido clara en su mensaje: “No se protegerá a nadie, caiga quien caiga”, lo cierto es que la mayoría de las denuncias no han concluido en procesos judiciales efectivos. El contraste entre la narrativa del combate a la corrupción y los resultados judiciales concretos alimenta una percepción de impunidad selectiva.
Por ahora, el gobierno mantiene la ventaja en el discurso público. Pero los próximos meses serán clave: si los casos emblemáticos no se traducen en sentencias firmes, la bandera del combate a la corrupción podría convertirse en un boomerang político.
¿Promesa cumplida o pendiente eterna?
La corrupción sigue siendo una de las principales preocupaciones de los mexicanos. Y aunque el gobierno de Sheinbaum ha tomado acciones visibles, el verdadero juicio no será mediático, sino judicial. Y aún está en curso.










