Por Omar Piña

Un dos de julio del año 2000 concluyó la hegemonía del partido que enarboló los idearios de la revolución mexicana y controló los procesos de sucesión presidencial durante setenta y un años. Vicente Fox Quesada fue el triunfador de la contienda, un empresario del Bajío que estaba abanderado por la derecha. Tenía escasa experiencia en la administración pública y carecía del discurso elaborado, distintivo de los políticos de carrera. Para la historiadora Yolanda Meyenberg Leycegui, una de las explicaciones de aquel éxito consiste en observar que la de Fox Quesada fue una campaña en la que intervinieron las herramientas de la mercadotecnia.

En la sucesión presidencial del año 2000 el partido Acción Nacional respaldó a un candidato que no pertenecía a su raigambre pero que ofreció singularidades que lo destacaron de entre sus contendientes. “Era carismático y ese comportamiento de echado para adelante hicieron posible la creación de un imaginario colectivo donde el electorado estaba convencido de que un cambio era posible en México”, explicó Meyenberg Leycegui. Su enunciado de campaña, “Sacar al PRI de Los Pinos” era una provocación bien planeada, una frase pegadora, competitiva y convincente.

Para la historiadora, las estrategias de mercadotecnia que se emplearon en la campaña emprendida por Acción Nacional inhibieron a sus contrincantes. Los otros candidatos utilizaban el lenguaje político, usaban traje y corbata y eran puntuales en el protocolo. Vicente Fox Quesada se diferenció al usar camisa de color azul, cinturón con hebilla personalizada, botas y un discurso plagado con bravuconadas que lo acercaban a la ciudadanía. “Los consultores crearon anuncios publicitarios hechos a la medida de las aspiraciones, temores y esperanzas del electorado y entonces la campaña desató interés”.

Los ejes del proyecto político del candidato de Acción Nacional fueron la doctrina partidista, una tercera vía que proponía establecer vinculaciones entre Estado y mercado, reformas institucionales y un buen gobierno. Pero Fox Quesada triunfó en las elecciones porque tuvo una flexible y provocadora intervención mediática donde la mercadotecnia política jugó un papel determinante. Meyenberg Leycegui respalda que en la elección del año 2000 los votantes eligieron a un candidato que podía romper el ciclo de la hegemonía sostenida por el PRI.

El triunfo del PAN confirmó la primera alternancia pacífica en México, pero la investigadora advierte que no es un equivalente a democracia. “Fox ofreció un espectáculo político para llegar al público y durante su campaña desató expectativas a las que no pudo corresponder como presidente. Y debe quedar claro que una alternancia es pasar de un membrete político a otro”, dijo. 

Para mascar a fondo:

Academia Mexicana de la Historia (2024), “2000. La campaña de Vicente Fox; a cargo de Yolanda Meyenberg Leycegui”, 28 de octubre, <2000. La campaña de Vicente Fox; a cargo de Yolanda Meyenberg Leycegui>, consultado el 17 de octubre de 2025, (video).

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