En medio de una serie de escándalos y desordenes en Veracruz, el protagonismo de Joana Marlen Bautista Flores, ex directora administrativa del Poder Judicial en Veracruz, surge para servir a la manipulación política que caracteriza al actual régimen de gobierno.
A raíz de que Bautista Flores fue nombrada coordinadora de Compras en el Extranjero dentro del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) de la Ciudad de México, desde hace varias semanas, ayer le revivieron el tema de una inhabilitación por 10 años para ocupar algún cargo público. Algo característico entre los morenistas proclives a la intriga y denostación, para lo cual acuden a sus iguales, como parte de una estrategia de desgaste y descrédito, una práctica cada vez más común en la política veracruzana, donde la mentira institucional se usa como arma de control.
Esos hechos provocaron a Joana Bautista, la otrora funcionaria intocable y protegida en el sexenio de Cuitláhuac García por él y su primo Eleazar Guerrero, y con sus habituales arrebatos escribió en sus redes sociales:
- Que hay “Una cuarta campaña en su contra”
- Que no hay denuncias en su contra
- Amenazó con denunciar a los periodistas
- Ventiló que los impresentables Juan Javier Gómez Cazarín, actual delegado del bienestar en Veracruz- y la magistrada Lizbeth Aurelia Jiménez Aguirre, son los que “pagan notas” para “violentarla”
- Denunció que el “odio” es porque no “firmó” actos de corrupción ni dio contratos a “empresas fantasmas”

Bautista Flores se enredó sola -gracias a sus brillantes asesores de comunicación o a los que le consienten todo a cambio de unas croquetas- al publicar una constancia expedida por la Contraloría General del Estado el 18 octubre del 2024, bajo el número 29374/2024, donde se acredita que no está inhabilitada.
Sí, en el Poder Ejecutivo se certificó que no había alguna sanción en su contra, pero lo que mañosamente se oculta es que la inhabilitación vigente por 10 años es la impuesta por el entonces Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Veracruz de septiembre de 2024, según expediente 29/2024-II.
Joana Bautista interpuso un amparo para evitar la sanción de esa inhabilitación, pero la suspensión provisional fue negada por el juez federal el 31 de octubre del 2024, para lo cual interpuso Recurso de Queja, el que se declaró infundado el 11 de noviembre del año pasado. Por lo tanto, esa resolución está firme.
En ese estado de cosas, la victimización y las verdades a medias -que son mentiras completas- de Joana Bautista Flores demuestran que “el peor enemigo de un morenista es otro morenista”, no es el neoliberalismo, la aposición, ni la derecha.










