La escudería Cadillac comenzó este jueves sus dos días de pruebas en el circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola, lo que marcó el regreso del piloto mexicano Checo Pérez a una pista de Fórmula 1 a bordo de un Ferrari SF-23 completamente negro.

Checo vuelve así a la pista tras su última experiencia con Red Bull, a casi un año de su salida. 

Cadillac se prepara para su debut oficial en la F1 la próxima temporada, con los preparativos en pleno desarrollo. 

Pérez salió a pista esta mañana temprano con un Ferrari SF-23 completamente negro, sin ninguna referencia a Ferrari, logotipos ni, obviamente, la decoración oficial de Cadillac, que lucirá el monoplaza de 2026. 

Estos dos días serán cruciales para empezar a forjar una buena relación entre el equipo y el piloto, especialmente con el ingeniero de carrera y todos aquellos que trabajarán codo a codo con Checo.

El plan de trabajo no se centrará en mejorar los tiempos por vuelta, como es habitual, sino en darle al mexicano la oportunidad de practicar, recuperar el ritmo y familiarizarse con todos los procedimientos necesarios en el coche. El programa comenzó con tandas cortas de tres vueltas.

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