Berta Pinillos/EFESalud

El cáncer de páncreas no es uno de los tumores más frecuentes pero sí de los más letales. Hasta ahora el arsenal terapéutico se basa sobre todo en la quimioterapia y la cirugía, pero los ensayos de nuevos fármacos inhibidores del gen KRAS proyectan un horizonte optimista.

La incidencia del cáncer de páncreas en Europa alcanza los 78.000 casos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que prevé para este año en España 10.338 nuevos diagnósticos.

Es uno de los cánceres más mortales, de hecho, en España, la supervivencia neta a cinco años en hombres se sitúa en el 7,2 % y en mujeres, en el 10 %. Los últimos datos disponibles de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) cifran en 8.140 las muertes por este tumor.

En Estados Unidos, la Sociedad Americana Contra el Cáncer prevé para este año alrededor de 67.400 nuevos casos.

Aumento de la incidencia en jóvenes

Según explica a EFE Salud la coordinadora del grupo de trabajo biliopancreático del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD), Teresa Macarulla, el cáncer de páncreas, tanto a nivel clínico como estadístico, es un tumor que aparece en gente mayor. La mediana de edad del diagnóstico es de 72 años.

«Esto es la realidad y sigue siendo la realidad en nuestra práctica clínica. Sin embargo, es cierto que en los últimos años lo que hemos visto es claramente un aumento de la incidencia en pacientes más jóvenes. Y cuando digo más jóvenes significa menores de 50 años, que es una población donde no esperaríamos tener este tumor», advierte Macarulla, en el Día Mundial contra el Cáncer de Páncreas.

Lo que se desconoce hasta el momento es el motivo del aumento en esta población. Y es que son demasiado jóvenes para que el tóxico, cualquiera que sea, dañe la célula que va a desarrollar el tumor.

«Hay incluso proyectos de investigación que son específicos para ver qué pasa con esta población más joven», apunta la experta, quien también es responsable del Servicio de Oncología Médica en el Hospital Clínic Barcelona Comprehensive Cancer Center.

Factores de riesgo

El otro gran problema es que es desde el inicio, incluso tumores que son muy pequeños, tienen mucha tendencia a que las células se escapen del tumor y vayan al torrente sanguíneo, con lo que el riesgo de metástasis en «muy alto».

Entonces…¿Qué se puede hacer para tratar de detectarlo a tiempo? A juicio de la experta, probablemente haciendo un seguimiento de los pacientes con mayor riesgo, también a aquellos que tienen una predisposición genética y seguir investigando nuevos marcadores en sangre, un proceso que es «muy complejo».

Pero también hablar a la población del cáncer de páncreas, de cómo se puede identificar y concienciar a los médicos de familia, sobre todo cuando hay síntomas de sospecha.

En general, no hay unos factores de riesgo específicos para el cáncer de páncreas tan claros como, por ejemplo, para el tumor de pulmón, que es el tabaco.

Pero sí, el consumo de tabaco y de alcohol aumentan las probabilidades de sufrirlo, también el padecer una pancreatitis o diabetes de larga evolución.

«Y hay muchos de los pacientes que vemos en consulta que no tienen ninguno de esos factores de riesgo y, por tanto, en la mayoría de los pacientes a día de hoy desconocemos el porqué de este tumor», lamenta Macarulla.

Síntomas tardíos

La alta mortalidad del tumor se debe, sobre todo, a que da la cara tarde, es asintomático en la fase inicial de desarrollo, por lo que el paciente cuando acude a consulta con síntomas, la enfermedad ya ha avanzado.

Los síntomas más notables de alerta son la coloración amarilla de la piel, debido a que la bilirrubina (producto de deshecho proveniente del metabolismo de la hemoglobina) no se ha podido eliminar, probablemente porque el tumor tapa la eliminación de la bilis.

O muchas veces, el paciente tiene un dolor en la boca del estómago que se proyecta hacia la espalda y que se mantiene en el tiempo. Otro síntoma puede ser una diabetes que debute pronto en una persona joven debido a la existencia de un tumor.

El gen KRAS

Y el arsenal terapéutico para frenar el tumor es limitado.

«Hoy en día seguimos dependiendo de la quimioterapia para tratar este tumor, o bien antes de la cirugía, o bien como complemento de la cirugía. También para tratar un paciente que tenga ya metástasis y que no se pueda operar. Es la única arma que tenemos», subraya Macarulla.

No obstante, precisa, con la vista puesta en el futuro, la experta señala que éste es «positivo» gracias a nuevas terapias que están en fase de ensayo clínico, como los inhibidores del gen KRAS.

Este gen está alterado en el 90 % de los pacientes que tiene cáncer de páncreas, es lo que permite crecer al tumor.

«Evidentemente lo que hacemos es bloquear el crecimiento del tumor de una forma completamente distinta a la quimioterapia, pues nuestros fármacos, que hasta ahora no habíamos conseguido diseñarlos para bloquear este gen, a día de hoy son ya una realidad y están en ensayos clínicos», abunda la experta.

La gran oportunidad

Según apunta, probablemente gran parte de los ensayos llegarán a Europa y España el próximo año, lo que supondrá «una gran oportunidad para los pacientes».

«Se está trabajando mucho para que estos ensayos lleguen a nuestro país y nuestros pacientes se puedan tratar con estas opciones lo más rápido posible», subraya Macarulla.

Muchos de estos ensayos se encuentran en fase 3, de hecho, uno de ellos ya ha concluido. Pero no todos los fármacos se encuentran en la misma fase de desarrollo, hay algunos que están en las más iniciales.

Si los resultados finales de los ensayos son positivos, administrativamente, aclara Macarulla, hay que esperar un tiempo pertinente para que llegue a los pacientes.

«Estamos trabajando para mejorar lo que tenemos hoy y, por tanto, sí tenemos la esperanza de que estos fármacos que no serán inmediatos, nos ayuden a tener más armas para luchar contra esta enfermedad», insiste la experta del TTD.

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