Ana Soteras/EFESalud

Descubrir que vas a ser madre cuando el embarazo está muy avanzado o incluso en el momento del parto es algo sorprendente, pero ocurre en algunas mujeres que apenas tienen síntomas y reglas irregulares. La evidencia científica lo describe como embarazo críptico o negación involuntaria de la gestación, una realidad social y clínica apenas conocida.

Es posible que algunas mujeres, por sus circunstancias psicosociales, oculten el embarazo sabiendo que existe y que, sobrepasadas, puedan negarlo hasta el final. Pero hay otras que no saben que están gestando, aunque parezca imposible puede suceder.

Y eso parece que le ocurrió hace unos días a Olivia, una joven de Valencia que no sabía que estaba embarazada y dio a luz en su casa sin que a su padre ni a su pareja les diera tiempo a llevarla al hospital: “Pensé que me había sentado mal la comida”, relata en distintos medios de comunicación.

Casos como este han hecho que, precisamente desde la Universidad de Valencia, la profesora asociada de la Facultad de Enfermería Alicia Llorca-Porcar viera la necesidad de investigar ya que la evidencia científica no es demasiado extensa, además de tratarse de una realidad desconocida que causa escepticismo en la sociedad y en algunos profesionales sanitarios.

En 2023 publicó en la Revista Internacional de Tecnología, Ciencia y Salud una revisión bibliográfica de la información que había sobre el embarazo críptico y sobre otras formas de negación de la gestación.

¿Qué es el embarazo críptico o negación involuntaria de la gestación?

Una negación involuntaria del embarazo, descrita en distintos estudios como embarazo críptico, se produce “cuando la mujer no sabe que está embarazada y se da cuenta cuando está muy avanzada e, incluso, en el momento del parto, algo que puede ser muy estresante para ella”, explica a EFE Salud la profesora, también enfermera de neonatología de Hospital General Universitario de Valencia.

“Es una negación que no es aposta porque también se da en mujeres a las que no les supone nada tener un hijo porque ya tienen una familia formada y una pareja estable”, matiza.

Se produce en mujeres que tienen síntomas leves del embarazo o que pueden confundir con otros. “Apenas se les nota que les aumenta la tripa, que confunden con gases. A veces hay una falsa regla, como pequeños sangrados, o la ausencia de regla atribuida al estrés…”.

“Hay una base biológica del embarazo críptico que se está investigando”, derivada de no reconocer los síntomas de un embarazo, aunque la mujer “conscientemente no lo niega, lo niega su cuerpo”.

Pero también se investiga a la vez si existe una causa psicológica de fondo, incluso desde la infancia, que influya en esta reacción corporal ante la maternidad.

La profesora, en su revisión bibliográfica, entre otras, también destaca otro tipo: la negación psicótica del embarazo, “cuando existe una creencia delirante de que no está embarazada, a pesar del anuncio del embarazo, de las manifestaciones físicas específicas y del conocimiento del embarazo por parte del entorno”.

Esta forma específica de negación extrema se asocia a los trastornos psicóticos, especialmente a la esquizofrenia, o a los episodios ciclotímicos o altibajos en los estados de ánimo.

“En estos casos, ellas no son conscientes de que están teniendo un niño, no lo reconocen y, como ha pasado, pueden llegar a tirarlo a la basura sin ser conscientes”, apunta la también secretaria de la Sociedad Española de Enfermería Neonatal.

El perfil de la mujer

Aunque estos casos de maternidad por sorpresa se pueden asociar más con adolescentes, los estudios revisados por Alicia Llorca-Porcar indican que la negación involuntaria del embarazo o embarazo críptico se da en edades diversas.

  • Hay estudios con más casos en edades extremas, es decir en menores de edad y mayores de 40 años y hay otros estudios con más casos entre los 18 y 29 años.
  • Aunque tampoco hay un nivel socioeconómico claro, hay una ligera asociación con situaciones de precariedad e inestabilidad social.
  • Puede darse en niveles socioprofesionales altos, estudiantes, e incluso en personas que pertenecen al personal sanitario.
  • Respecto al estado civil o tener pareja estable se ha observado en algunos estudios que no tener pareja y vivir sin apoyo puede suponer mayor riesgo de padecer este problema.

Según distintos estudios citados por la profesora, realizados entre 1994 y 2013 en distintos países (Austria, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y Francia), el embarazo críptico se produce en 1 caso de cada 400/500 embarazos.

“En el hospital he visto casos que no sabría decir si responden a un embarazo críptico u otras formas de negación”, señala la enfermera, quien relata que tiene en marcha un nuevo estudio, con encuestas, que le ha permitido conocer testimonios de mujeres que han vivido esa negación involuntaria de la gestación.

Este nuevo trabajo, que se publicará el próximo año, se basa en la percepción que tiene la sociedad y los profesionales sanitarios de esta situación: “A estas mujeres se las recibe con una fase inicial de duda, aunque se las atiende bien. Hace falta más investigación e información para conocer, sobre todo, las causas, por qué pasa, existe una realidad”, concluye la profesora de la Universitat de Valencia.

El riesgo de no saber que estás embarazada

Aunque no son frecuentes, el ginecólogo Raúl Villasevil ha visto algunos casos en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Recuerda especialmente el de una mujer joven que no se enteró de su maternidad hasta casi el momento del parto. Aseguraba que era imposible, que no había notado nada y que, incluso, estaba entrenando para presentarse a las pruebas físicas para entrar en un cuerpo o fuerza de seguridad. La madre la acompañaba y su estupor fue mayúsculo.

Para un sanitario de la ginecología saber en ese momento si se trata de una negación involuntaria o voluntaria del embarazo no es fácil, pero en opinión de Villasevil, “suelen ser mujeres jóvenes con un embarazo no deseado”, señala a EFE Salud.

El médico del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Clínico San Carlos afirma que es más habitual que este desconocimiento del embarazo se de en los primeros meses de gestación y en mujeres con bajos niveles hormonales que apenas den síntomas, como ausencia de nauseas o hinchazón del pecho, y además tengan reglas irregulares, por lo que estar unos meses sin menstruación no es nuevo para ellas.

La realidad es que se trata de un embarazo sin control médico, con los consiguientes riesgos para la madre y para el bebé.

“No sabes si esa mujer tiene algún problema en las analíticas, si tiene alguna enfermedad infecciosa, si ese feto está mal formado o no lo está, ni siquiera sabes si viene de cabeza o de nalgas hasta que no está de parto”, y sin pasar los controles habituales de riesgo de síndrome de Down, de diabetes gestacional o de preclampsia.

“Es como si los nueve meses de embarazo lo hubiera pasado en una cueva”, concluye el ginecólogo.

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