“No olvido. No perdono. No amnistía”. Y dijo que los perseguirá. ¿Para qué ese guerreo, esos choques de palabras? ¿Entonces para qué cada institución? Que lo hagan ellas. Que apliquen su ley. Y él a gobernar que los habitantes de la entidad lo requieren, lo necesitan. No vaya a ser que como decía Hermann Hesse: “La guerra no hace avanzar al mundo, sólo empuja, entrega pasajeramente nuevas metas a las pasiones, y después, tarde o temprano, volverá a aparecer la miseria social, grande y terrible como antes”. Entonces, Dios nos libre.

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