México es el país más peligroso de América Latina para el ejercicio del periodismo con 99 comunicadores asesinados de 2000 a 2016 y la zona de Veracruz, en el este, la más amenazante, con 19, denunció el jueves Reporteros sin Fronteras (RSF).

La organización defensora de la libertad de expresión presentó el informe “Veracruz: los periodistas frente al estado de miedo”, resultado de una misión especial para conocer la situación de los comunicadores, sobre todo durante el mandato del que fuera su gobernador entre 2010 y 2016, Javier Duarte.

Duarte, expulsado del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), está ahora prófugo de la justicia acusado de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Interpol ha lanzado una búsqueda internacional para detenerlo y se ofrece una recompensa de casi 700.000 dólares por información que lleve a su captura.

El estado de “Veracruz es el lugar más peligroso del continente para los medios de comunicación, en un México que oficialmente no se encuentra en guerra, pero que padece desde hace décadas la violencia de los cárteles de la droga”, señala en el documento Emmanuel Colombié, director de RSF América Latina.

Según el recuento de RSF, en los últimos 17 años se registraron en México 99 casos de periodistas asesinados con la probable participación del crimen organizado y siendo el móvil claro o probable el ejercicio de su profesión.

Christophe Deloire, director general de RSF, dijo en rueda de prensa en la capital mexicana que si bien México es una democracia consolidada, ocupa el tercer lugar mundial en número de comunicadores asesinados, después de Siria y Afganistán.

“Es un país aterrador desde ese punto de vista, se han creado mecanismos para proteger a los periodistas, una fiscalía especial, pero los resultados desafortunadamente son desastrosos”, dijo.

– Amenazas y acoso –

En Veracruz, desde 2000 han sido asesinados 19 periodistas, 17 de ellos durante el “sangriento” gobierno de Duarte, además de que cuatro se reportan como desaparecidos, señala el reporte.

“Las primeras víctimas fueron los reporteros que investigaban los nexos entre el crimen organizado y los políticos”, indica el documento que enumera a los comunicadores caídos, desde reporteros y fotoperiodistas de medios locales hasta corresponsales de publicaciones nacionales como la revista Proceso.

“El mismo Duarte participó activamente en la creación de un sistema de vigilancia de periodistas” y ante las amenazas del crimen organizado y el acoso de las autoridades, muchos comunicadores “optaron por exiliarse o guardar silencio”, indica.

Sobre el nuevo gobernador, Miguel Ángel Yunes, un exmilitante del PRI, el informe señala que “alimenta una pequeña esperanza”, pero también se recuerdan acusaciones de corrupción de las que fue blanco años atrás.

RSF hace una serie de recomendaciones al gobierno federal mexicano, entre ellas que se “intensifique la lucha contra la corrupción y el crimen organizado”, que garantice la libertad de expresión y que incremente los recursos financieros para los mecanismos de protección a periodistas.

Al gobierno de Yunes lo exhorta a terminar con la impunidad que rodea los casos de los periodistas asesinados, y a reabrir las investigaciones de los 17 comunicadores asesinados y los desaparecidos durante el gobierno de Duarte.

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